Texto original publicado por La Nación el 8 de febrero de 1972.
Un prisionero de una cárcel norteamericana pidió a las autoridades que lo transfirieran a una cárcel de mujeres, alegando razones religiosas. Robert McGregor, de 40 años, explicó en su alegato ante una Corte federal en el estado de Wisconsin, que debía ser trasladado a la cárcel de mujeres para poder cumplir con los preceptos de la Biblia.
Según McGregor, la Biblia “obliga a los hombres a ser fructíferos y multiplicarse” y cumplir esto le es imposible ya que se encuentra sexualmente segregado en un penal para hombres.
McGregor añadió que en su prisión actual no puede “cumplir con sus deseos religiosos y obedecer las órdenes de Dios que aparecen en el libro del Génesis”.
En otras noticias:
Temblor en la capital
Varios estantes recargados de documentos se desplomaron ayer a las 2:05 de la tarde en los Archivos Nacionales, poco después de que se registró un fuerte temblor en la capital. De acuerdo con la versión que dio el director de los Archivos, don José Luis Coto, la estantería cayó como consecuencia inmediata del temblor y también a causa de lo recargado que están los estantes.
Dos trabajadores, José Alfaro y Ángel Fallas, se encontraban en el lugar realizando algunas reparaciones cuando se produjo el desplome de varios quintales de documentos archivados. Sin embargo, ninguno recibió lesiones.
El señor Coto advirtió que los documentos, que recientemente habían sido clasificados, no sufrieron daños, con la única salvedad de que su orden fue alterado. “Eso no tiene importancia. Lo principal es que no hubo desgracias personales”, señaló el encargado.
Los estantes se precipitaron hacia los ventanales que dan a la calle y rompieron los vidrios. A pesar de ser una hora de gran tránsito de personas, sobre la calle sétima, entre avenidas cuatro y seis, no hubo lesionados ni por los estantes ni por los vidrios que saltaron en mil pedazos.
Esclarecen robo de pelucas
En un negocio de Desamparados, los ladrones robaron pelucas de todo tipo, color y peinado, valoradas en unos ¢30.000. En el incendio que afectó el salón de belleza Italia, frente a la parada de buses de Tibás, un “voluntario” se llevó una valija con pelucas.
Según indagaron la autoridades judiciales, un hombre de apellido Cartín se ofreció como voluntario para ayudar a que no se quemaran atractivas pelucas que había en ese negocio. Vio en un maletín varias de ellas, que se venden hasta por ¢50, y decidió “salvarlas del fuego”.
Pero en lugar de entregarlas a su dueña, se fue para una cantina. Allí el maletín le sirvió de garantía para tomar licor. Finamente, los agentes Navarro, Umaña, Zamora, Miranda y Solís, del grupo cuatro de la Dirección de Detectives, resolvieron detener al sospechoso.