La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) hizo este viernes una evaluación en el desprendimiento de tierra que la noche de ayer motivó al desalojo preventivo de cinco familias en el distrito de Mata de Plátano, Goicoechea, San José.
Entretanto, los afectados que alquilan casas en la zona valoraban esta mañana dejar el sitio, por temor a la caída de más material.
Noreida Laguna, vecina de 35 años, dijo que quedaron aislados de la salida principal, debido a un terraplén que cerró parcialmente la servidumbre.
Laguna recordó que a eso de las 4 p. m. del jueves llovía fuerte y se escuchó la caída de material. "Abrí la puerta y vi el terraplén, pasé con mis cuatro hijos por el barreal y salimos hacia un lugar más seguro".
Añadió que ahora espera que remuevan la tierra del pasadizo para sacar sus pertenencias e irse a otra casa. Ella alquila en esa zona desde hace dos meses.
Otra lugareña, de apellido Sánchez y dueña de dos apartamentos en los que también cayó tiera, narró que ante la emergencia debió romper una paredpara que varias personas pudieran salir hacia un albergue que se habilitó en una iglesia cercana, donde pasaron la noche.
De acuerdo con el geólogo de la CNE, Ignacio Chaves, el deslizamiento es relativamente pequeño y proviene de un desnivel de tierra que tiene una corona de 30 metros y una altura de cinco.
El terreno que cedió, explicó el especialista, no se ve inestable ni está agrietado, pero por mal manejo de aguas se saturó y parte del talud que colinda con unas ocho propiedades cedió.
La recomendación de la CNE para las familias que viven cerca de la zona es velar por que se haga un mejor manejo de aguas en la parte alta.
Afectados
Solo dos apartamentos que estaban vacíos sufrieron el colapso de una pared. Además, la entrada de agua dañó algunas pertenencias de la familia que estaba acondicionando uno de ellos para alquilarlo. De igual manera, la tierra que cayó obstruyó el paso por la servidumbre que comunica con cinco casas que estaban al fondo.
Geovanny Sánchez Calvo, dueño de la propiedad, confirmó que la recomendación de la CNE es remover la tierra caída y hablar con los vecinos de la parte alta para que entuben las viviendas, porque eso generó la saturación en el suelo y la caída de material.
Recordó que hace 15 años una situación similar se produjo en esa zona, y él lo resolvió con un muro de cemento que le costó aproximadamente ¢1,5 millones.
Tatiana Chavarría Velásquez, de 27 años, otra vecina que pasó la noche en el albergue, dijo que vive con su esposo y cuatro niños en la zona, pero ahora están valorando irse a alquilar a otro lado.
Ellos pagan ¢150.000 mensuales de alquiler y todavía no saben si se van a quedar ahí o van a alquilar en otro sitio, más que todo por la seguridad de los menores.
Afirmó que se siente angustiada al ver que parte del terreno cedió.
Aunque la situación en esta zona no fue tan grande como la ocurrida en Los Guido a finales del mes pasado, la llegada de la parte más fuerte de la estación lluviosa hace que algunas familias opten por retirarse a zonas menos expuestas a la caída de barro.
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El director de Operaciones de la CNE, Sigifredo Pérez, dijo que las lluvias fuertes de la tarde del jueves también generaron anegamientos en Guadalupe, Río Segundo de Alajuela, Atenas, La Unión y otros sitios, pero sin mayor afectación.
Para este viernes, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) pronostica lluvias intermitentes durante la tarde en el Valle Central.