Pese a que las lluvias han cedido poco a poco, la situación en las comunidades del cantón de Corredores, en la zona sur del país, no mejora.
El nivel del agua que hay entre los poblados no disminuye, por el contrario, se mantiene y eso impide que los lugareños regresen a sus casas.
De hecho, algunos de los pobladores que habían optado por quedarse en sus viviendas prefirieron abandonarlas, para buscar cabida en alguno de los cuatro albergues habilitados desde la semana anterior.
Según Carlos Viales, alcalde de Corredores, la cantidad de damnificados en estos centros se incrementa con el pasar de los días. El domingo había 280 personas en esos cuatro recintos, mientras que para este lunes, esa cifra se había incrementado a 312.
“Notamos que hay una seria preocupación por parte de los vecinos y, sinceramente, nosotros preferimos eso, ya que se está actuando de forma preventiva”, aseguró el funcionario.
Próximas acciones. Debido a la mejoría en el tiempo, Viales comentó que se prevé hacer una incursión entre el miércoles y el jueves en las comunidades Pangas, Castaños y Pueblo Nuevo, en Corredores.
El objetivo es medir el nivel del agua para poder definir una fecha de cierre de los albergues.
“Por el momento, están por tiempo indefinido, pero entendemos que la gente ya quiere volver a sus casas para hacer el recuento de los daños. Lo entendemos, pero vamos a dar unos días más para hacer esa operación y así asegurarnos de encontrar un mejor escenario”, detalló Viales.
Mientras que para la comunidad de Abrojo Norte, en Corredores, los planes son otros. Debido a que sus vecinos fueron evacuados porque podría darse un deslizamiento, el alcalde prefiere esperar un “poco más de tiempo” antes de permitir el reingreso de sus habitantes.
“Van a venir geólogos de la Universidad de Costa Rica (UCR) para definir mejor los peligros que hay y para que también nos ayuden a hacer un plan de evacuación, en caso de emergencia. Eso requerirá de más paciencia por parte de todos”, aseveró.