Un total de 11 comunidades costeras del país se acogieron a un innovador programa mediante el cual, además de aprender sobre los sunamis, marcan posibles rutas de evacuación.
Este plan preventivo, que tiene un gran avance en Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas, forma parte de otras cinco propuestas que se desarrollan para evitar la pérdida de vidas, ante este tipo de eventos.
Lidier Esquivel Valverde, jefe de Investigación y Mitigación de Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), dijo que ese trabajo, desarrollado por Preventec, de la Universidad de Costa Rica (UCR), es de gran ayuda para preparar a la población, aunque hizo ver que los sunamis “tienen una escasa incidencia en el país, lo que no significa que tengamos que bajar la guardia”.
Un eslabón. El plan de adiestramiento, que está dirigido a escolares, fue impartido en las escuelas de Cahuita, Puerto Viejo y Manzanillo, en Talamanca, y en el cantón Central de Limón. También en las playas Potrero y Bejuco, en Guanacaste; más Santa Teresa, Chacarita, Quebrada Ganado, Jacó y Dominical, Puntarenas.
Mario Fernández Arce, funcionario de Preventec, dijo que el objetivo es que los niños aprendan todo sobre los sunamis, para que transmitan esa información a sus padres.
“Empezamos con niños de 11 comunidades. Les enseñamos que cuando hay un sismo fuerte y el mar se aleja de la playa, es un signo de riesgo ante el que los vecinos deben buscar un lugar alto para refugiarse”, agregó.
Este programa, que se ejecuta con el aval del Ministerio de Educación Pública, espera capacitar en el 2015 a escolares de 264 centros educativos en el Pacífico y 36 en el Caribe.
Fernández dijo que en sitios como Santa Teresa de Cóbano el avance es mayor pues se colocaron señales de alerta y se definieron rutas de evacuación hacia los lugares altos.
“Eso no es todo. La educación debe ser continua y las comunidades deben hacer un inventario de recursos que podrían usar en una eventual evacuación. Es un trabajo lento y que requiere de mucha ayuda de los pobladores”.
Otros planes. Lidier Esquivel explicó que, en forma paralela, otras organizaciones de la Universidad Nacional (UNA) y la UCR desarrollan más planes preventivos.
Señaló que el área de Oceanografía de la UNA elabora un mapa con la información detallada de todos los pueblos costeros.
El propósito es impulsar el ordenamiento comunal, identificar las áreas que deben ser evacuadas y señalar lugares altos como centros de refugio.
Agregó que el mapa debe estar listo al terminar el próximo año.
Asimismo, dijo que instalan una red de mareógrafos (miden los cambios en las mareas) para monitorear de manera remota el mar. “Hay uno en la marina Los Sueños (cantón de Garabito); se instalaron otros en Quepos, Puntarenas, Limón y en el golfo de Papagayo”, dijo
Asimismo, destacó Esquivel, se colocan cámaras en Caldera, Limón, Jacó y algunos sitios de Guanacaste. “Son esfuerzos para vigilar los mares en los puntos vitales y poder prevenir eventuales emergencias”, comentó.
Anunció que el Gobierno de Japón –a pedido de Nicaragua– promueve la instalación de un centro de monitoreo y vigilancia de sunamis para Centroamérica.
“La semana anterior, una delegación japonesa valoró la capacidad instalada, los planes preventivos del área y cómo se podrían acoplar los aparatos para un sistema de alerta temprana” , el cual, admitió, se tardará bastante tiempo en instalar.