San Carlos. Asaltos a mano armada, robos a locales y amenazas contra quienes denuncien, tienen hartos a comerciantes y vecinos del cantón de San Carlos, en la zona norte.
La mayor indignación, según dicen, surge cuando los juzgados dejan en libertad a individuos detenidos por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) o la Fuerza Pública.
Precisamente, el 10 de setiembre, el empresario Jorge Salas, propietario del centro turístico Rancho Lagos, en La Fortuna de San Carlos, se encadenó en los Tribunales de Ciudad Quesada para protestar porque una jueza penal dejó libres a tres sospechosos de cometer un atraco en su negocio.
Ante la indefensión, los lugareños han decidido tomar sus propias medidas. Un grupo ya se está comunicando por WhatsApp y se reunirán el martes para plantear algunas estrategias.
Mientras, otros vecinos aseguran que están adquiriendo armas de fuego. “No se trata de enfrentarse a balazos con los asaltantes, pero sí de hacerles sentir que la población quiere que la dejen en paz”, expresó el ciudadano Alberto Miranda.
Experiencias contra cifras. “No podemos seguir viviendo bajo la constante amenaza de los asaltantes. No queremos seguir siendo presa del miedo”, escribió un comerciante en el grupo de WhatsApp de estos sancarleños.
Los lugareños recordaron casos de los últimos días, en los cuales los maleantes también han destrozado edificaciones.
Uno de ellos lo sufrió el sábado pasado Mario Esquivel, cuando le robaron ¢3 millones en la empresa de seguros Secmesa, en Ciudad Quesada y le dañaron las instalaciones.
Un día después, en la casa de Cecilia Víquez, vecina de Pital, sustrajeron objetos de valor y destrozaron puertas.
Pese estas experiencias, el director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade, dijo el miércoles, durante una visita a la zona, que los asaltos bajaron 7% entre agosto y setiembre, mientras que las capturas de sospechosos aumentaron 13%.
José Bravo, jefe regional del OIJ, manifestó el viernes que en la última semana solo se recibió una denuncia por asalto, mientras que antes se tramitaban tres o cuatro por semana.
Bravo expresó que los aumentos que se han dado son mínimos y que trabajan para poner tras las rejas a más delincuentes, que tienen identificados y con cuentas pendientes con la Justicia.
“Este año hemos capturado a no menos de 12 asaltantes y vamos por otros. Es cuestión de tiempo para ver los resultados”, anunció.