Padre de la joven víctima de bala perdida en Cartago cuidaba mucho a su hija de la inseguridad en la zona

Allegados la recuerdan como una muchacha noble, alegre y trabajadora

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Yoselyn Mata Cubero y sus padres habían escuchado balaceras cerca de su barrio en otras ocasiones, afirmó una prima de Mata.

La de este miércoles en la noche fue la que tuvieron más cerca, mientras iban en auto de vuelta a su casa, en el proyecto habitacional Manuel de Jesús Jiménez, en Aguacaliente de Cartago.

Una bala perdida entró por la ventana del chofer e impactó en la cabeza a Yoselyn, que viajaba en el asiento del acompañante. Ella fue trasladada en el mismo vehículo al Hospital Max Peralta.

En el lugar del tiroteo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recolectó al menos 16 indicios balísticos de pistolas calibre 9 mm. Por ahora, no se reportan detenidos.

A las 5 a. m. del jueves, la joven de 26 años fue declarada fallecida. Fue el primer caso de una persona muerta por balas perdidas en el 2019.

El funeral se realizó este viernes en la Parroquia Santa María Goretti de Cartago.

Su prima, Evelyn Mata, la recordó como “una muchacha muy dulce, noble y trabajadora, con muchas ganas de salir adelante en el estudio”.

El día del hecho, Yoselyn y su papá volvían de recoger a su madre del hospital, donde se hacía radiografías.

Cuando ingresó la bala al auto, sus padres “creyeron que ella se había desmayado, pero cuando hicieron a despertarla vieron la sangre”, relató la prima.

En el cementerio de Tejar sus papás decían, entre llantos, “gracias por todo, eres todo para mí, te amaré toda la vida mi chiquita, mi reina, mi amor, tan linda que eras, no te vayas”.

Su mamá le repitió muchas veces “te amo”.

“La relación de mi tío con ella era muy estrecha, irónicamente la cuidaba mucho por la inseguridad que hay, la esperaba en la parada cuando venía del trabajo o de estudiar. Si no, la llevaba directamente. Era un papá muy responsable, lo llamaba hasta tres o cuatro veces al día para que fueran a comer o a tomar café”, dijo Mata.

“Uno ve esto en las noticias, pero cuando le tocan la familia es diferente y piensa que a uno no le va a suceder. Ella murió de una forma muy violenta. El hecho de que viva en un barrio tan conflictivo no significa que se tenga que vivir como un criminal", agregó.

Daniel Mata también fue un primo muy cercano a Yoselyn.

De edades similares, compartieron la infancia y fueron al mismo colegio. Aunque ahora él vive lejos, nunca perdieron el contacto.

"Nosotros le decíamos “Cholín”, porque era como el diminuto de Yoselyn, era de cariño porque era de las más pequeñas de las primas”, contó.

“Todos los primos Mata nos criamos juntos, entonces ha sido una relación muy unida. Ella era muy chineada conmigo. La última vez que hablé con ella fue hace semana y media, yo subí un estado (en Facebook), ella le dio me gusta y ahí estuvimos conversando”.

La muerte de su prima la recibió con impotencia, pero también la consideró como una enseñanza, para “abrir los ojos y ver en dónde estamos viviendo y qué podemos hacer para cambiar”.

“Pido que en cuanto a justicia se haga lo que Dios quiera, porque ya no se puede devolver la vida de ella, que es lo que todos quisiéramos”, manifestó Mata.

“La caracterizaba la alegría”

Yoselyn tenía seis meses de trabajar en el Instacredit de Tres Ríos.

En ese lapso, dejó una huella en sus compañeros, afirmó la gerente, Karol Matarrita.

“Para nosotros seguirá siendo una persona muy alegre. La caracterizaba la alegría con la que entraba todos los días, y era la misma con la que salía. Era una persona muy positiva, nunca se le vio quejarse de nada”, externó Matarrita.

“Era una persona que inspiraba alegría, era como una luz que ella tenía, pero seguirá dentro de nosotros. Se caracterizaba por su sonrisa, su mirada, no sé cómo explicarlo”, añadió.

Solía trabajar después de su hora de salida, contó Matarrita.

Incluso, el miércoles, su último día de trabajo, laboró hasta las 7 p. m., aunque le correspondía salir dos horas antes.

“Nosotros le decíamos ‘¿qué está haciendo aquí?’. Dijo que quería salir tarde pensando en que había sacado vacaciones para hoy (viernes), y no dejar nada pendiente”.

Sus compañeros de trabajo asistieron al funeral con flores, camisetas y globos de color blanco.

La Universidad Florencio del Castillo publicó una esquela en Facebook. En esta casa de estudios, Yoselyn sacaba el bachillerato en Recursos Humanos.