Un hombre de 27 años, identificado como Joseph Barahona Fonseca, a quien su padre había reportado como desaparecido este sábado en Puntarenas, fue hallado sin vida y atado de pies y manos en una casa que alquilaba en El Roble de Puntarenas.
Según informó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), luego del reporte comenzaron las averiguaciones y la Policía se trasladó a la vivienda en la comunidad de Fiestas del Mar, en El Roble, donde lo encontraron tirado en el piso con heridas de arma blanca en el tórax. El hombre tenía varias horas de fallecido y las causas son ahora investigadas por el OIJ.
La propiedad donde vivía estaba cerrada y por eso nadie abrió la mañana del sábado cuando algunos familiares llegaron a buscarlo, pero horas después se le buscó con la Policía y al correr la cortina de una ventana pudieron observar el cuerpo tirado y al ingresar constataron que yacía muerto, maniatado y amordazado.
Como el asesinato fue con arma blanca y la víctima fue amordazada, ningún vecino escuchó ruidos y nadie alertó a la policía de los hechos. La entrada de la casa tampoco tenía signos de violencia. Fue hasta que el hombre dejó de contestar el teléfono a familiares que se alertó sobre su desaparición.
Barahona era oriundo de Guápiles, Pococí, había vivido en Boca Vieja de Quepos y estaba separado de su esposa, con la que tenía dos hijos menores de edad.
Al parecer, el ahora fallecido convivía en la actualidad con otra mujer. La última vez que le vio con vida fue el viernes en la mañana en Santa Rosa de Barranca. Al día siguiente su padre, Christian Barahona, de 46 años, pidió ayuda al OIJ, donde llevó la foto de su hijo para facilitar su localización.
Con este homicidio se llega a 135 asesinatos en todo el país en los primeros 79 días del año, cifra casi igual a la del mismo periodo del año pasado, que era de 133.
La provincia de Puntarenas aparece como la tercera con más homicidios, superada por Limón y San José.