El Juzgado Penal de San Carlos suspendió por dos meses a cuatro oficiales, quienes figuran como sospechosos de alterar la escena de un crimen registrado en Crucitas de Cutris, en San Carlos de Alajuela, el pasado miércoles 16 de enero.
La Fiscalía informó de que en la audiencia de solicitud de medidas cautelares se pidió prisión preventiva contra los uniformados; sin embargo, el juez solo dispuso la suspensión y pidió que también deban firmar una vez al mes y mantener un domicilio fijo.
Dos de los investigados, de apellidos Chavarría Angulo (35 años) y Araya Alvarado (50), laboraban en la delegación de Coopevega, mientras que los otros dos, apellidados Argüello Argüello (62) y Segura Villalobos (58), estaban destacados en el puesto de El Concho, en Pocosol de San Carlos.
Ellos fueron detenidos el sábado anterior y puestos a las órdenes de las autoridades judiciales.
El Ministerio Público especificó que el caso contra los hombres, que se sigue dentro del expediente 19-000181-0306-PE, es por el presunto delito de favorecimiento real.
Aparentemente, cuando los agentes judiciales a cargo del homicidio llegaron a inspeccionar el sitio, a primera hora del jueves, encontraron la escena del homicidio alterada, situación que comunicaron al fiscal a cargo del caso.
Por ejemplo, detallaron que en el lugar no se encontró el arma con la que supuestamente se hirió al fallecido, ni tampoco las grabaciones de las cámaras que hay en el lugar. Asimismo, se presume que los cables de estas fueron cortados.
El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) informó de que a ellos se les comunicó sobre la diligencia, por lo que colaboraron con las autoridades judiciales con lo necesario.
“El Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llevan una investigación de la que somos respetuosos. Estamos colaborando con todo lo que necesiten para clarificar el asunto y estamos valorando a lo interno qué acciones tomamos con estas cuatro personas”, aseguró Michael Soto, ministro de Seguridad Pública.
El caso
Los hechos que se investigan se presentaron el miércoles y, de acuerdo con el informe del homicidio, la dueña de una cuartería baleó y mató a Cecilio Clemente Corea García, un nicaragüense de 30 años. El cuerpo del hombre presentaba dos impactos de bala, uno en el tórax y otro en la barbilla, los cuales le ocasionaron la muerte en el lugar.
Aparentemente, la noche del asesinato hubo una discusión en vía pública entre cuatro sujetos, quienes se encontraban bajo los efectos del alcohol. Uno de ellos se metió a una propiedad administrada por una mujer nicaragüense de apellido Brapper, de 45 años, quien disparó en varias ocasiones.
"Al parecer, la mujer que administra el lugar salió con un arma de fuego y realizó varios disparos, impactando uno de ellos a Corea en el cuello”, detalló el OIJ en un comunicado de prensa difundido el jueves.
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Las causas por las que Brapper disparó en al menos seis ocasiones no están claras, pero según algunos testigos se presume que ella pensó que la víctima mortal era un asaltante.
Ella fue detenida como sospechosa del crimen y el Juzgado Penal de San Carlos le impuso tres meses de prisión preventiva mientras se sigue con la investigación del caso.
Colaboró el corresponsal Edgar Chinchilla.