Una colombiana de 18 años asesinada junto a su novio el pasado viernes, en el cruce de Llorente de Tibás, en la carretera principal hacia San José, tenía tres meses de permanecer en suelo costarricense.
El dato lo dieron a conocer el domingo medios periodísticos colombianos, como diario El Tiempo y RCN radio en sus redes sociales.
Según las publicaciones, la muchacha llegó al país para visitar a su madre, recluida en el centro penal Vilma Curling, antes conocido como El Buen Pastor, en San Rafael Arriba de Desamparados. No obstante, no se da el nombre de la madre ni las causas por las cuales permanece detenida aquí.
La fallecida, Valentina Cadavid Torres, era estudiante becada de Fisioterapia en la Escuela Nacional del Deporte (Coldeportes) en Cali, Colombia. Cursaba el primer semestre.
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Ella murió al recibir una balazo en el cuello, cuando dos pistoleros en moto atacaron un pick up en el cual viajaba junto a su novio, el costarricense Ricky Sanabria Méndez, de 29 años.
Los homicidas se acercaron al vehículo cuando se encontraba haciendo el semáforo en el cruce. Al parecer, el objetivo era Sanabria, quien era vecino de barrio México, San José.
El vehículo en que viajaban era un Toyota Hilux, modelo 2017 y valorado en ¢19 millones, el cual aparece inscrito a nombre de la madre de Sanabria. Ella murió en noviembre del año anterior.
Repatriar el cuerpo
El embajador de Colombia en Costa Rica, Angelino Garzón, quien este lunes se encontraba en Cali, dijo a la emisora RCN que se iba a reunir con la familia de la joven para iniciar los trámites de la repatriación del cuerpo.
“Nos vamos a reunir con los familiares de Valentina Cadavid Torres, junto con la diputada Juanita Cataño, que ha estado en contacto con ellos. Vamos a ver el tema de la repatriación del cuerpo, pero debemos tener en cuenta los aspectos judiciales y de policía del Gobierno de Costa Rica. Esos trámites requieren de un proceso y no se hacen de la noche a la mañana”, dijo Garzón.
Asimismo, señaló que en Costa Rica hay actualmente más de 50.000 colombianos que viven de manera pacífica desde hace varios años, sumado a que dicho país es muy tranquilo, por lo que aseveró que este asesinato “es un hecho anormal y tampoco refleja el carácter pacífico y laborioso de la comunidad de colombianos en Costa Rica”.
Familiares de la joven dijeron que ella no había recibido amenazas ni tenía antecedentes judiciales, por lo que pidieron a las autoridades costarricenses celeridad en las investigaciones para esclarecer cómo sucedieron los hechos, y apoyo de la Cancillería para que el cuerpo sea repatriado lo más pronto posible.
Denis Rentería, exsubdirector de Coldeportes y quien conoció a Valentina en la universidad dijo a RCN: “Nos duele mucho una noticia de esta magnitud. Una niña que va a visitar a su mamá a Costa Rica y allá se encuentra la muerte, no es justo. Ahora lo que queda es buscar las ayudas pertinentes y también ayudar a la familia de Valentina para que le puedan dar una sepultura aquí en su tierra natal".