Quepos. Alexa del Carmen Solano Moreno, expareja de un hombre que figura como sospechoso de matar a dos mujeres en el 2017, narró ante tres jueces del Tribunal Penal de Quepos que el sujeto la agredía cada vez que ella no quería tener relaciones sexuales con él.
También precisó que antes de la captura del hombre, el 18 de julio del año pasado, fue víctima de tres agresiones físicas.
Detalló que el 14 de febrero, fecha del primer homicidio, él no durmió en la casa, mientras que para el 11 de mayo, cuando se dio el segundo crimen, llegó después de las 6 p. m.
La declaración de Solano, de 21 años, fue brindada este martes por la tarde, durante el primer día de juicio en contra de Hilario Francisco López Rojas, quien fue catalogado por los agentes judiciales a cargo del caso como un presunto homicida serial.
Ella fue la sétima testigo en el debate, el cual está a cargo de los jueces Rafael Víctor García (quien preside), Hernán Enrique Moya Ureña (redacta) y Maureen Víquez Córdoba.
Horas antes de la exposición de la joven, la fiscala Katherine Chaves Gutiérrez leyó la acusación en contra de López, quien es sospechoso de dos delitos de homicidio calificado y dos robos agravados.
Según la acusación, Anacedy Salazar Carrillo recibió al menos 10 puñaladas, mientras que la modelo Isamar del Carmen Córdoba Ramírez, la otra víctima mortal, tenía 11 heridas de arma blanca.
Reconocimiento fotográfico
Este martes también testificaron Kelly Salazar Carrillo y Minor Morales Murillo, hermana y excompañero del colegio de Anacedy, quienes contaron que se enteraron de la muerte de la mujer mediante un reconocimiento fotográfico.
”El 15 de febrero del 2017, a eso de las 10:15 a. m., llegué a la Policía, ahí los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) me enseñaron unas fotos y eso me permitió identificar que el cuerpo que había aparecido en playa Marisol, en Parrita, era el de mi hermana”, manifestó Salazar.
Reconoció que, en un principio, pensó que el responsable del crimen era el esposo de su hermana, ya que se habían separado seis meses antes y tenían algunos problemas por la pensión alimentaria que su pariente había solicitado para la manutención de los dos hijos que tenían.
Sin embargo, semanas después, contó la mujer, le comunicaron que el principal sospechoso era López.
Durante su exposición ante los jueces, la testigo miró al menos dos veces fijamente al imputado, a quien identificó como un vecino de Parrita y persona cercana a la familia del esposo de Anacedy.
Posterior a Carrillo fue el turno de Morales, quien también reconoció a la fallecida cuando un agente le mostró una foto a él y otro amigo de Anacedy.
“Nos dijeron que en playa Marisol había aparecido un cuerpo, por lo que en el taxi de Alexánder Arias nos fuimos él y yo (Minor Morales y Alexánder) al lugar para aclarar un poco la situación. Al llegar vimos el vehículo de Anacedy (Salazar) y un oficial nos mostró una foto en su cámara de trabajo, confirmamos que era ella”, detalló Morales.
Mario Alberto Rivas Silva, quien encontró el cuerpo de Salazar, describió que él salió a caminar el 15 de febrero del 2017 por la mañana y vio el cadáver, por lo que dio aviso a las autoridades.
Inicialmente pensó que se trataba de una persona ahogada, pero luego divisó al menos una lesión realizada con un cuchillo.
“Se vino una ola y observé el cuerpo, pensé que era una persona ahogándose, luego vino otra ola y volvió a meter los restos, por lo que llamé al 9-1-1 porque deduje que se encontraba sin vida”, precisó Rivas.
La hija de Anacedy Salazar también declaró este martes, pero al tratarse de una menor de edad, las consultas que se le hicieron fueron privadas.
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Para este miércoles, a partir de las 7:30 a. m., están citados al menos nueve testigos más, con lo que quedaría pendiente escuchar a otras siete personas y luego pasar a la etapa de conclusiones de las partes.
López, un peón agrícola y exempleado de un supermercado, no declaró, pero reconoció que de niño acudió al psiquiatra, versión que fue confirmada por su madre, Santamaría Rojas Agüero, quien defendió la inocencia de su familiar.
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¿Por qué se señala a López?
López, de 28 años, es juzgado por el crimen de Isamar Córdoba Ramírez, ocurrido el 11 de mayo del 2017, así como por la muerte de Anacedy Salazar Carrillo, registrado el 14 de febrero de ese mismo año.
Durante la investigación del caso, las autoridades determinaron que existían similitudes entre los dos homicidios. Por ejemplo, el contacto con las dos víctimas fue mediante redes sociales y ambos fueron cometidos con un arma punzocortante.
Además, el OIJ determinó que el presunto asesino escogía fechas especiales para atacar: Salazar murió el 14 de febrero de 2017; día del Amor y la Amistad; mientras que Córdoba falleció el 11 de mayo, día del cumpleaños del imputado.
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Dichas semejanzas hicieron presumir a los agentes judiciales a cargo del caso, que López sería un homicida serial y que aparentemente se preparaba para atacar de nuevo, por lo que el 18 de julio del 2017 lo capturaron.
El hombre es padre de dos hijos y tenía una relación estable con la madre de ellos.
Los homicidios
El primero de los crímenes que se le atribuye a López fue el de Anacedy Salazar Carrillo, de 35 años. El cuerpo apareció el 14 de febrero del 2017 en playa Marisol de Parrita. La víctima presentaba heridas de arma blanca en el cuello.
A unos 20 metros de donde encontraron el cadáver estaba el vehículo de Salazar, un Daihatsu Terios. Era madre de dos hijos menores de edad.
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En tanto, Isamar Córdoba, de 26 años y quien se dedicaba al modelaje, fue localizada bocabajo y con las manos amarradas en una plantación de sandía en Barbudal de Parrita, el 11 de mayo. Murió por estrangulamiento y tenía heridas con arma blanca.
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Los dos cadáveres aparecieron semidesnudos y con la ropa interior destrozada, según reveló la Policía Judicial luego de la captura del presunto homicida.
“Las dos fueron asesinadas como consecuencia de lesiones en su cuello, una (Salazar) tenía dos heridas cortantes en el cuello muy profundas, de seis y diez centímetros, mientras que la segunda (Córdoba) murió por asfixia con un mecate y también tenía una herida en el cuello. Ambas recibieron estocadas fuertes en la base del cráneo con un cuchillo y otras en abdomen, estómago y costados del cuerpo”, declaró en aquel momento Wálter Espinoza, director del OIJ.
Según su criterio, “el móvil de ambos homicidios tiene características de sexualidad, tanto así que la marca o la firma del sujeto es cortar la ropa interior y dejar sus genitales expuestos. Existe la posibilidad de un acercamiento de otra naturaleza y con más contenido sexual, pero tendríamos que comparar los fluidos biológicos”.
Luego de matarlas, se presume que López sustraía el celular a las mujeres y se comunicaba con sus familiares o alguna persona cercana a ellas para “protegerse”.
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Información actualizada a la 7:11 p. m. con más datos del juicio.