Familiares atribuyen a la falta del chaleco antibalas el asesinato a balazos del guarda de seguridad de la agencia del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) en Río Frío de Horquetas de Sarapiquí, Heredia.
El dato lo dio a conocer, la mañana de este martes, Gisella Marín Castro, compañera sentimental del vigilante fallecido Rándall Jesús Rojas Soto de 24 años.
Rojas Soto laboraba para la firma Grupo Corporativo Alfa, empresa que está contratada para dar seguridad a las diversas oficinas del BNCR.
"Ellos no tenían acceso a dispositivos de seguridad, que sería el chaleco antibalas que hubiera ayudado mucho en cuanto a los impactos que él recibió (...). En ningún momento le dieron (el chaleco) y era el único oficial en el lado del Banco Nacional.
“Tenía tres meses de laborar en el Banco Nacional porque estaba trabajando en la Clínica de Río Frío, pero lo trasladaron. Él me comentaba que tenían sospechas de que iban a asaltar al banco, pero no tenían certeza. Tuvieron en algún momento dos oficiales pero como no ocurrió nada, dejaron solo una persona”.
Marín brindó las declaraciones en compañía de la abogada Mariela Brenes Carballo al llegar a la Fiscalía de Sarapiquí a conocer detalles sobre el asalto ocurrido este lunes.
Por su parte, Brenes hizo énfasis en que la víctima no portaba tan siquiera chaleco antibalas el día que sucedieron los hechos.
"Eso es sumamente importante porque a pesar de que hay siete personas detenidas que esperemos les caiga todo el peso de las ley por estos hechos, también hay que ver posibles responsables desde otra perspectiva.
“La empresa de seguridad o el mismo Banco Nacional deberían responder por esta situación. Exponer a un guarda, en una entidad bancaria sin ningún tipo de dispositivo de seguridad, es llevarlo a la muerte”, aseveró la abogada.
Sospechoso asalto frustrado
El homicidio de Rándall Rojas se produjo el lunes poco antes de las 9 a. m. cuando dos individuos que llegaron en una motocicleta ingresaron a la oficina bancaria.
Debido a que la agencia tiene un sistema de seguridad con exclusas, primero entró uno y de seguido el otro ingresó armado.
Los sujetos, al parecer, de inmediato le dispararon al vigilante. Dos cómplices, que ya estaban dentro de la oficina, ayudaron a abrir la puerta de salida para que ingresaran otro dos individuos armados.
No está muy claro qué sucedió en esos momentos, pero al parecer alguien activó algún tipo de alarma, situación que generó confusión entre los asaltantes que determinaron huir sin apoderarse de dinero.
Fueron cuatro sujetos que huyeron en dos motocicletas, quienes fueron atrapados por oficales de la Fuerza Pública en San Cristóbal, una barriada de la Rita de Pococí, Limón, ubicada a unos 10 kilómetros del sitio del intento de asalto.
Posteriormente, al revisar los sistemas de seguridad fue que se detectó la participación de los dos falsos clientes, quienes habían permanecido dentro del banco, luego de la balacera para evitar sospechas.
El Ministerio Público informó de que por estos hechos se tiene detenidos a siete hombre, uno de ellos menor de edad.
Los mayores son de apellidos González Solís, Serrano Cerdas, Velázquez Pérez, Villalobos Ocampo, Rodríguez Céspedes y Gómez Céspedes. A todos se le abrió un proceso por el delito de homicidio calificado.
Contra los adultos luego de ser indagados se les pedirá prisión preventiva en el Juzgado Penal de Sarapiquí. Igual gestión se planteará contra el menor de edad, pero en un proceso aparte en el Juzgado Penal Juvenil.
El caso seguido en contra de los adultos corresponde al expediente 20-000750-0076-PE y la causa que se tramitará por penal juvenil es la 20-000751-0059-PE.