Un comerciante de 35 años, murió baleado la noche del viernes en La Lima de Cartago, luego de que encapuchados entraron a su casa y le dispararon.
La víctima fue identificada como Marlon Segura Quesada, quien tenía una carnicería en barrio Loyola de San Nicolás, Cartago y vivía a escasos cinco kilómetros del negocio, en la urbanización Tolentino, en La Lima.
Los informes preliminares de la Policía Judicial revelan que la esposa de Segura estaba en la cocina a eso de las 8:30 p. m. cuando vio unas sombras en los alrededores de la casa y fue a avisarle a su marido, quien estaba viendo televisión en uno de los cuartos.
Cuando el hombre abrió la puerta para ver de qué se trataba, entró uno de los encapuchados y forcejeó con él por lo que cayeron al suelo, situación que aprovechó el cómplice, que también iba con pasamontañas, para disparle al comerciante.
Los dos delincuentes lograron darse a la fuga en un automóvil que los vecinos oyeron salir a toda velocidad.
Cuando la ambulancia de la Cruz Roja de Cartago llegó al sitio, encontró a Segura herido en la cabeza y en una pierna, por lo que lo trasladaron de urgencia al Hospital Max Peralta, donde lo estabilizaron y lo remitieron grave al Calderón Guardia, lugar en el que falleció a la 1 a. m.
Joaquín Segura Guzmán, padre del fallecido, informó de que otro hijo suyo lo llamó en la noche para decirle que habían baleado a Marlon y que estaba grave en el Calderón Guardia.
Cuando Joaquín llegó al centro médico, Marlon todavía estaba con vida, pero tenía inflamada la cabeza y le iban a hacer una tomografía axial computarizada (TAC), posteriormente les informaron que había muerto.
El padre de Marlon expresó que su hijo tenía planeado realizar una actividad con los clientes de la carnicería San Ignacio, en Loyola, para celebrar el segundo aniversario.
El fallecido era casado, no tenía hijos y, según su padre, no tenía enemigos.
Horas antes de que lo mataran, padre e hijo habían compartido juntos en la carnicería, ya que frecuentemente el papá se encargaba de hacerle los mandados en un vehículo.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) llegaron a la casa de Segura y encontraron un casquillo de pistola de calibre 9 milímetros, así como otros indicios.
El cuerpo del fallecido fue levantado en el Hospital Calderón Guardia y remitido a la Medicatura Forense.
Los asaltantes escaparon sin robar nada.
La semana pasada, en Cervantes de Alvarado, un delincuente que entró a perpetrar un asalto en una vivienda resultó baleado cuando el dueño de la casa se defendió.
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Con este homicidio ya son 384 los asesinatos en lo que va de este año, de ellos un 30% están relacionados con tráfico de drogas.