Una serie de asaltos ocurridos en contra de estudiantes durante este año en las cercanías de la Universidad Hispanoamericana, en Llorente de Tibás, San José, provocó que la Policía active su respuesta desde este lunes.
Así lo confirmó Erick Calderón, director regional de la Fuerza Pública de San José, ante la consulta de La Nación.
La preocupación surge porque en los primeros seis meses de este 2017, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibió nueve denuncias de asaltos contra universitarios. Pero, según dicen, en estos casos siempre hay una cifra negra de víctimas que prefirieron no reportar el hecho delictivo.
Según dijo Calderón, ellos conocen de la situación y es por ello que reforzarán la delegación que cubre esta zona.
“Lo que queremos hacer es reforzar el patrullaje y para eso voy a mandar una unidad más el lunes, ya sea una moto o una patrulla”.
“Tomaremos otras medidas pero, por motivos de seguridad, preferimos no divulgarlas. Lo que importa es que la Fuerza Pública está dispuesta a darle pelea a esta gente que anda haciendo daño a los universitarios”, aseguró Calderón.
Además de las decisiones que se tomen a lo interno, el jefe policial indicó que para el miércoles tienen planeado reunirse con el rector de la Universidad para unir esfuerzos.
“Es una situación que preocupa y hay que trabajar en conjunto para lograr mejores resultados”, detalló.
Comportamiento
Según las estadísticas brindadas por el OIJ, los asaltos se registraron, sobre todo, los jueves y viernes, entre las 5 p. m. y 9 p. m.
En su mayoría, la víctima era un peatón; solo en dos casos, el ofendido viajaba en un vehículo cuando fue atacado.
Marco Carrión, jefe de la Sección de Asaltos del OIJ, detalló que, en este tipo de hecho delictivo, suelen participar dos o más delincuentes, quienes aprovechan lo solitario del sitio para buscar víctimas que estén sin compañía.
“Esa zona es muy oscura, no pasan vehículos porque no es una calle principal. Entonces, los maleantes se hacen valer de esas condiciones y de la superioridad numérica para cometer el robo”, agregó.
Además, estos ataques se realizaron con arma de fuego. “Esto aumenta la peligrosidad del delito porque el agresor no necesita cercanía de cuerpo a cuerpo para lastimar a la víctima”, añadió Carrión.
En estos hechos, lo que más le roban a las víctimas son celulares. Pero hay casos en los que les quitan hasta computadoras.
Según el jefe de la Policía Judicial, pese a que se han dado estos asaltos, ellos no consideran que se trate de una zona que requiera de una atención especial. Lo que sí señalan es que es “común” que los alrededores de los centros universitarios se conviertan en zonas atractivas para los delincuentes.
“La población que camina por estos sitios anda, generalmente, con equipos tecnológicos, libros caros, dinero para el transporte o la alimentación”, señaló Carrión.
Dispuestos a ayudar
Jeffrey Jones, gerente de la Universidad Hispanoamericana, indicó que desconocía la situación que reporta el OIJ.
Según mencionó, ellos tienen dos guardas de seguridad privada que cuidan desde la salida del centro educativo hasta la parada de autobuses, que está a unos 200 metros de distancia. Ellos están ahí hasta las 10 p. m.
Por ello, Jones recalcó que no tienen reportes de asaltos ocurridos en ese trayecto. Además, dijo, el OIJ no se ha acercado a ellos para obtener cámaras de seguridad ni ninguna otra información.
Pese a eso, agregó que están dispuestos a tomar otras medidas de seguridad para evitar el riesgo a sus estudiantes.