“Cuando él (chofer de la buseta) se quiso incorporar delante mío, no lo logró totalmente y me impactó en la llanta delantera del camión, y fue así como me robó mi estabilidad; él pasó frente a mí haciendo el trompo, decimos nosotros, dando vueltas, y se incrustó en el árbol, que tal vez ustedes pueden apreciar donde fue el percance.
“En ese momento, yo perdí la estabilidad y me fui también buscando la ronda. Gracias a Dios, no me fui hasta el fondo, pero sí la carga le cayó encima a la buseta. Eso fue cuestión de momentos.
“Yo la logré ver (a la buseta) cuando ella ya venía frente a mí, a la par mía del volante y traté de frenar para que él (el chofer de la microbús) se incorporara, pero él se precipitó y pegó en la llanta delantera del camión. Desde ese momento, yo recurrí a activar totalmente los frenos (...). Salí por mis propios medios (de la cabina del tráiler), pasé el susto porque estuve cerca de volcarme y gracias a Dios aquí estoy contando el cuento”.
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Esta es la versión que el trailero salvadoreño José Alfredo Hernández Ramírez, de 49 años, narró al períodico La Teja en una corta conversación telefónica el pasado viernes, poco después de sucedido el accidente en Miramar de Puntarenas, hecho en el cual perdieron la vida cuatro personas. Se trata de tres turistas, dos estadounidenses y un suizo, así como el conductor costarricense de la buseta.
El accidente se produjo cuando la buseta intentó sobrepasar al tráiler; ambos vehículos viajaban en dirección a Puntarenas.
El transportista dijo que, desde el año 1995, viajaba con regularidad a suelo costarricense y, desde hace seis años, se encuentra radicado en nuestro país. “Nunca había tenido un susto como este. Es lamentable porque uno no quiere hacer nada mal, pero gracias a Dios estoy tranquilo, porque no considero que yo fuera el que cometió el error; yo venía bien. Lamento lo que ha pasado, porque uno no quisiera esta situación”, concluyó Hernández, que solo sufrió golpes y escoriaciones leves.
El mortal accidente que cobró la vida de cuatro personas y dejó un herido se produjo el viernes anterior a las 9:08 a. m. cuando chocaron una buseta, con los turistas, y el tráiler que transportaba sacos de azúcar.
Los vehículos quedaron a la orilla de una ladera. El accidente ocurrió en Miramar de Montes de Oro, Puntarenas, exactamente del restaurante Garabito 500 metros hacia Liberia.
En el hecho fallecieron las estadounidenses Lisa Renee Anderson (45 años) y May Lin Johnson (49) años, así como el suizo Fehle Valentin (25) y el conductor Rafael Eduardo Artavia Solís (25). Precisamente, este domingo a las 11 a. m., se realizó el funeral de Artavia en el cementerio de Ciudad Quesada, cabecera del cantón de San Carlos.
En tanto, la única sobreviviente de los que viajaban en la buseta fue la estadounidense Leslie Wilson Wilson, de 54 años. Ella fue dada de alta el sábado en la tarde del Hospital Monseñor Sanabria.
La mujer sufrió golpes en su ojo izquierdo, en el brazo derecho y la pierna derecha. Al recordar cómo ocurrió el accidente, dijo que las memorias son escasas. Ella dice que venía conversando con sus amigas cuando sintió el golpe y luego todo se puso “oscuro”. Fue en el centro médico donde pidió un teléfono para poder comunicarse con sus familiares y decirles que estaba bien.
Wilson ingresó a Costa Rica procedente de Oregón, el pasado 1.° de enero para disfrutar de San José, San Carlos, La Fortuna y Monteverde. Ella y sus amigas tenían previsto retornar a territorio norteamericano el sábado. En un video que circula en redes sociales se observa el momento en que la buseta llega a un hotel en Monteverde para recoger al turista suizo.