Un aparatoso accidente ocurrido la noche de este domingo en la autopista Bernardo Soto acabó con la vida de Jacqueline del Carmen Arroyo Solano, empleada de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) de 37 años, y Jorge Arturo Sosa Ovares, de 39 años.
Arroyo y Sosa se dirigían hacia San Ramón por el sector de Gato Negro, en Puente de Piedra de Grecia, 100 metros al este de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal).
Según el reporte preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), cerca de las 8 p. m. el Honda Civic en que viajaban Arroyo y Sosa se descontroló, invadió el carril contrario y chocó de frente con un Jeep. Ambos fueron declarados fallecidos en el sitio por socorristas de la Cruz Roja, mientras que medios regionales reportaron que los tripulantes del otro vehículo fueron trasladados al hospital en condición amarilla.
El departamento de prensa de la Policía Judicial comunicó este lunes que aún no se ha determinado qué provocó que el auto se descontrolara, por lo que los agentes investigarán las circunstancias alrededor de este accidente.
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Volvían de la celebración de su cumpleaños
Arroyo, quien era madre de dos niños, había cumplido 37 años el 4 de mayo y volvía de celebrarlo con Sosa, quien era compañero de trabajo. Ellos iban hacia San Ramón, lugar de residencia de Arroyo, y donde iba a continuar la celebración con su familia.
“Es mi hija mayor, estaba cumpliendo años la semana pasada, ayer (domingo) andaba celebrándolo con un compañero de trabajo en Alajuela, que fue cuando sucedió el percance”, contó a La Nación Francisco Arroyo Ramírez, padre de la fallecida.
“Madre de dos hijos, uno de 17 años y el otro de 12, ella era una madre muy ejemplar, como madre y como hija, no porque sea mi hija ni porque esté muerta. En realidad fue la mujer más buena que yo he visto, con sus hijos, con todos los que la rodeaban”, relató el padre.
Él agregó que su hija era una mujer trabajadora, quien apenas empezaba sus funciones como farmacéutica interina de la CCSS, pues recién había terminado sus estudios.
También afirmó que ella se había esforzado para darle sustento a sus dos hijos luego de que su padre los dejara. Según el Registro Civil, ella se divorció en el 2016.
“Una mujer luchadora, luchó para sacar sus hijos adelante, madre soltera, el esposo la dejó cuando estaban los chiquitos muy pequeños, nosotros le ayudamos como padres, le ayudamos con lo que pudimos, pero ella luchó y sacó a sus hijos adelante”, indicó Arroyo.
“Ella venía para la casa de mis otras hijas, tengo tres hijas más y un hijo, ella venía para la casa de mis hijas que le íbamos a hacer una comidita entonces ella venía, pero no logró llegar”, relató.
La otra víctima del accidente, Sosa Ovares, era oriundo de Puntarenas y según el Registro Civil su domicilio electoral estaba ubicado en el distrito de Barranca, en el cantón central de esta provincia.