Chepito, la última víctima de un atropello de tren, ayudaba a evitar accidentes con la locomotora

Tibaseño de 77 años murió este lunes en el Hospital Calderón Guardia tras ser arrollado por la máquina; a diario se instalaba cerca de la vía férrea para avisar a conductores

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Mucho antes de que llegaran las agujas para prevenir accidentes con el tren, José Manuel Salas Corrales se impuso la tarea de avisar a los conductores que transitaban por Cinco Esquinas de Tibás, si se acercaba o no la locomotora.

Para hacerse notar, el pensionado de 77 años, silbaba y agitaba un pañuelo blanco.

A diario, Chepito, como le decían de cariño, madrugaba para llegar a eso de las 6 a. m. a su puesto, a un lado de la vía férrea, frente al plantel de buses de la empresa Caribeños. Tomaba un receso al mediodía para almorzar y regresaba hasta cerca de las 6 p. m.

Lo hacía con la única intención de ayudar a los demás y liberar el estrés acumulado, como le decía a los vecinos.

Ahí, vio pasar muchos trenes y avisó a mucha gente: choferes de carros, motos, buses y camiones.

Este lunes por la tarde; sin embargo, don José fue arrollado por un convoy cuando ya iba de regreso a su casa. El accidente se registró a las 5:49 p. m.

Fue llevado al Hospital Calderón Guardia con múltiples traumas, pues quedó debajo de la locomotora. De ahí lo sacaron los cuerpos de socorro.

"Tengo mucho tiempo de conocer a don José (Salas), era vecina de él y desde la soda lo veía cuando se paraba a un lado de la aguja. Me da mucha tristeza su muerte.

“A veces él venía solo, pero regularmente traía a los perritos; tenía como año y medio de estar viniendo todos los días”, contó Lixinia Mora, quien trabaja en la soda Piso 'E Tierra, muy cerca de la vía férrea.

Recuerda especialmente su simpatía y la costumbre de preguntarle a sus conocidos por la familia.

A diario también conversaba con Mario Morúa Rímolo, otro vecino. Los acercaba el hecho de cumplir años el mismo día.

“Nacimos en la misma fecha, jugamos juntos y regularmente compartíamos. Lo recuerdo como una gran persona”, aseguró Morúa.

Otro conocido, Francisco Acuña Marín, no olvidará cuando don José salía de la casa con el pañuelito con el que alertaba a los conductores. Les decía que quería hacer algo bueno.

“Aparentemente se cayó dos veces, en la segunda no se pudo levantar, de seguro se golpeó la cabeza.

“Él estaba pensionado y como se aburría en la casa, porque todo mundo salía a trabajar, se iba a estar ahí. Nos decía que quería hacer algo bueno por la humanidad y evitar que alguien muriera en un accidente con el tren”, mencionó Acuña.

En Facebook varias personas reconocieron el servicio que Chepito daba con sus señales.

José Manuel Salas vivía con sus sobrinos desde hace varios años a menos de un kilómetro de donde ocurrió el accidente. Por eso, siempre se movilizaba a pie.

Uno de sus parientes –quien solicitó mantener en reserva su hombre– contó que se encontraba en Palmares de Alajuela cuando se enteró de lo ocurrido. Se trasladó al hospital lo más rápido que pudo, pero cuando llegó al centro médico ya su tío había fallecido. Lamentó que no pudo despedirse.

Los funerales de don José se realizarán este miércoles; no obstante, la hora y el lugar estaban por definirse.

Atropellos

En marzo de este año Dinorah Yolanda Brenes Pérez, de 67 años, y vecina del barrio Sagrado Corazón de Jesús, en San José, falleció luego de ser atropellada por el tren.

La mujer intentó salvar a su perro, pero murió producto de las heridas que sufrió en el percance.

El animal, un French Poodle de color blanco, también pereció debido al hecho.

En diciembredel 2018, otras dos personas murieron en accidentes con el tren. Una de ellas en Cartago y la otra en Alajuela.