Unas vacaciones en Manuel Antonio, a mediados de la década de los 70, bastaron para flechar el corazón del estadounidense Jim Damalas.
Nacido en San Francisco, California, Damalas tenía una sólida carrera en la televisión de Los Ángeles, pero prefirió el verdor de la costa tica y el calor de su gente.
No lo pensó dos veces. Decidió establecerse en esta zona del Pacífico costarricense, pero antes necesitaba encontrar alguna fuente de ingresos.
"El parque de Manuel Antonio es muy hermoso y me gusta mucho la hospitalidad y la conservación. Entonces, se me ocurrió este proyecto para que la gente disfrutara de las bellezas del parque y le pudiéramos devolver algo a la comunidad", explica Damalas.
Más que un negocio. Fue así como nació el hotel 'Sí Como No', en 1993, con seis habitaciones y una filosofía de respeto a la biodiversidad del lugar.
Según su propietario, la primera etapa del complejo se diseñó tomando en cuenta el bosque existente y solo se removió un árbol para la construcción.
Hoy, el complejo cuenta con 56 habitaciones y mantiene intacto el enfoque de sostenibilidad que lo ha caracterizado.
El hotel posee habitaciones construidas en medio de los árboles, un resort que posee el nivel máximo de sostenibilidad, cuenta con piscina familiar y para adultos, dos restaurantes, cine, spa y un refugio de vida silvestre que es hogar de cocodrilos, tiene mariposario, senderos y además trabaja en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Energía MINAE y la Universidad de Costa Rica (UCR).
El 80% de sus residuos se recicla, se prefiere lo biodegradable, hay paneles solares, planta de tratamiento, se manejan empaques al mínimo y no cuentan con televisores en sus habitaciones.
Hospedarse acá es un escape de la locura de la ciudad a un oasis de paz en medio del bosque.
"La experiencia ha sido muy positiva, no solo para los turistas extranjeros, sino también para los nacionales que quieren conocer sus raíces", afirma Damalas.
Familia verde. Este concepto ha ido más allá y 'Sí Como No' cuenta ahora con tres hoteles hermanos que pertenecen al grupo Greentique Hotels, todos con un enfoque de sostenibilidad ambiental.
Los otros miembros de este grupo son Villa Blanca Cloud Forest, en San Ramón; Águila de Osa, en la bahía de Drake y el hotel de turismo rural Santa Juana Lodge, ubicado entre las montañas de Quepos de Tarrazú.
El beneficio también es para las comunidades, ya que, además de servir de fuente de empleo, el enfoque sostenible hace que ellos mismos se autoabastezcan de productos como carnes, verduras y vegetales orgánicos.
"No somos una isla. Para mí, turismo sostenible es cuando la empresa es parte del pueblo y el pueblo es parte de la empresa, por eso trabajamos con las escuelas, con la municipalidad y otras instituciones para mejorar la calidad de vida; así todos ganamos", manifesta el propietario.
En el caso del Santa Juana Lodge, al menos un miembro de todas las familias de la comunidad trabaja en el hotel, de manera tal que la empresa contribuye al desarrollo de todos.
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