Si usted fue de los que les gustó Amor de temporada, aquel cortometraje de un niño en Guanacaste que se enamora a primera vista de una niña que va en un automóvil a toda velocidad y que al final termina por quebrar los huevos del mandado, estamos seguros de que el largometraje Güilas le va a encantar.
Posted by Güilas La Película on Tuesday, April 24, 2018
Se trata de una producción de 75 minutos integrada por siete cortometrajes dedicados a cada una de las provincias del país y dirigida por el reconocido fotógrafo costarricense Sergio Pucci.
En ellas es imposible no sentirse identificado con la historia y los personajes. Cada uno de los relatos cuenta con un elemento icónico de la provincia, por ejemplo, las fiestas de Zapote en San José, o los desfiles que se realizan en Alajuela en conmemoración de la batalla del 11 de abril de 1856. Según explicó Sergio todas las escenas fueron grabadas en tiempo real, sin repeticiones; por ejemplo, el corto de Puntarenas se realizó en un determinado momento mientras el ferry partía.
Cada provincia contó con canciones icónicas dentro de la cultura costarricense, por ejemplo, Recordando a mi puerto acompaña al cortometraje de Puntarenas; El año viejo va junto a la historia de San José; Cabbin in The Watta, con el de Limón; y Amor de temporada, con Guanacaste.
“En el proceso fue retador trabajar con niños. Fue una locura, son 15 niños. Salí de mi zona de confort, fue satisfactorio. Parte de la idea de hacer historias de niños es porque me gustaba la idea de explorar la inocencia y la picardía, la espontaneidad. La filmación se convirtió en una experiencia muy amena por el hecho de que el alma de la película son ellos”, cuenta el productor.
La película llegará a las salas de cine el próximo 3 de mayo y de la asistencia este primer fin de semana dependerá su permanencia en cartelera.
Amor de temporada, una de las historias que hoy integran la película, se estrenó en el 2015 en el Festival Schnit y posteriormente alcanzó una gran popularidad superando el millón de vistas en YouTube durante su primera semana. Fue precisamente este corto el que inspiró a Pucci a crear seis más, los que hoy se unen en su primer largometraje.
La producción se completará este mayo con El día del empujón (Alajuela), Me dejó (San José), Despedidas (Heredia), Cabbin in The Watta (Limón), Recordando a mi puerto (Puntarenas) y Gloria a Cartago (Cartago).
"El corto de Limón en casi un 90% es de algo que hacía cuando tenía 8 años. No soy de ahí pero iba mucho a Puerto Viejo, pasaba temporadas allá. Tenía un amigo allá y hacíamos lo que sucede en la historia", contó Pucci.
Algo similar sucede con Despedidas y uno de sus personajes.
"Juan, el viejo cascarrabias, es Juan un vecino de nosotros en San Isidro de Heredia. Él tenía pajaritos y siempre los veía y me daba lástima que estuvieran enjaulados, entonces una vez se los solté. Veintipico años después me fui por ahí, la historia es distinta pero el común es lo de los pajaritos. Yo llamé a Juan y le conté lo que estaba haciendo, actuó en el corto y además de ayudó a conseguir los pájaros de gente que él conoce que estuvieron de acuerdo en soltarlos para la película", contó el director.
En total fueron 15 niños los que participaron. Todos de su propia zona. Para la selección la producción viajó a las escuelas, centros culturales y hasta al parade del Día del Negro en Cahuita. Hicieron casting, hablaron con los padres y preguntaron en cada comunidad.
"Vimos un montón de niños en cada lugar. Los elegimos no solo por la prueba de actuación, sino por su personalidad", detalla Pucci.
Ninguno de los chicos tenía experiencia en actuar frente a cámaras y eso permitió que muchas de las escenas no fueran actuadas, sino momentos en los que realmente estaban jugando, siendo ellos mismos.
“La motivación y el disfrute mío de compartir con ellos es tan auténtico que nos ayudó a que la energía de la filmación fluyera. Creo que tanto yo como ellos estuvimos muy ilusionados y agradecidos de poder participar en una película. Seguimos en contacto, me escriben para contarme que tienen novia, para decirme que me quieren mucho o invitarme a la primera comunión. Se generó una amistad muy bonita", confiesa Pucci.