Nos detenemos en la primera hoja de nuestra agenda de año nuevo y escribimos: "1. Dejar de fumar. 2. Acostarme más temprano. 3. Comer frutas todos los días. 4. Correr tres veces a la semana, etc.". Doce meses después, cuando celebramos el cambio de almanaque, repasamos los apuntes y nos percatamos, cigarro en mano, de que hemos fracasado en cada uno de los propósitos.
¿Le ha pasado?
Si su respuesta es sí, no se sienta mal. O no tan mal. Cambiar malos hábitos no siempre es una tarea sencilla, pues depende única y exclusivamente de uno mismo. Aunque se haya fallado antes, nunca está mal intentarlo de nuevo, y siempre será más sencillo con algunos consejos a mano, como los que le ofrecemos a continuación.
¿Cuándo es el mejor momento?
Por la imagen del calendario en blanco y los buenos deseos que imperan en la época, es común que las personas establezcan metas a inicio de año. Sin embargo, no hay un momento precisamente especial para hacerlo: puede ser en cualquier fecha. Según el psicólogo Leonardo Carazo, el mejor momento para cambiar un mal hábito es cuando este está dañando nuestro entorno o a nosotros mismos. "Esto se vuelve más fácil de apreciar cuando vemos que todos a nuestro alrededor crecen y nosotros no", dice.
¿Uno por uno, o todos a la vez?
Según Carazo, "es mejor iniciar con hábitos cuyo nivel de esfuerzo y constancia no implique muchos cambios de rutina". Ejemplos: mantener el vehículo limpio a diario, tender la cama al levantarse. Estos pequeños cambios cotidianos implican una ligera variable de rutina que a la larga motivarán para cambiar malos hábitos de mayor tamaño.
¿Hacerlo en equipo?
El principal aliado para el cambio de un hábito es uno mismo, pues si se hace en conjunto el avance quedará sujeto a lo que hagan los demás. Eso sí, resalta Carazo, "siempre es importante comunicarle a los demás el esfuerzo que se está haciendo y que respeten las decisiones de cambio, para evitar acciones que lastimen o detengan nuestro esfuerzo, y en muchos casos implica cambiar hasta los círculos cercanos".
¿Buscar ayuda profesional?
"Cuando las capacidades se agotan y las limitaciones se fortalecen es el momento de buscar ayuda profesional para que en el desarrollo de la atención se generen herramientas o recursos para afrontar las cosas que no podemos hacer solos", dice Carazo.
¿Qué hacer en una recaída?
Las recaídas pueden ser normales cuando estamos intentando cambiar un mal hábito. Carazo recomienda que cuando estemos frente a una, hagamos una especie de diario o bitácora para detectar qué nos llevó ahí: si fueron factores externos (amigos, familia, trabajo) o internos (estados de ánimo, costumbres de familia, etc.). Al hacer esa identificación podemos evitar que la recaída suceda de nuevo.
Los pasos del cambio
En 1984, Prochaska y DiClemente propusieron el modelo transteórico, según el cual los cambios de conducta siguen una serie de cinco etapas. Este modelo se aplica para un amplio número de cambios de conducta, como ejercicio físico, dieta saludable, fumado, etc. El modelo consta de cinco etapas:
- Precontemplación: "en este estado la persona no quiere cambiar una conducta problemática o sabe que la tiene pero no lo ve como un problema", explicó la psicóloga Marisol Montero.
- Contemplación: En este estado la gente tiene intención de cambiar en los próximos seis meses. "Allí se evalúan las ventajas y desventajas de la conducta y los hábitos que presenta", indicó Montero.
-Preparación: La gente tiene la intención de cambiar en aproximadamente un mes, pues ya han realizado alguna acción significante durante el pasado año, como hablar con el médico, comprar un libro sobre el tema, reducir el consumo de tabaco, etc.
-Acción: En este estado la gente ya ha realizado modificaciones específicas en su estilo de vida en los seis meses pasados.
-Mantenimiento: Es el estado en el cual la persona se esfuerza en prevenir las recaídas. Están menos tentados y son más autoeficaces que la gente en el estado de acción. Este estado dura desde seis meses a cinco años. Según Montero, un hábito se forma en 21 días pero para mantenerlo se necesitan de tres a seis meses.
- Terminación: Se aplica en algunas conductas, especialmente las adicciones. Este es un estado en el cual los individuos no tienen dudas. No importa si están deprimidos, ansiosos, aburridos, solos, enfadados o estresados, ellos están seguros de que no volverán a su antiguo hábito. Es como si nunca hubieran adquirido el hábito.
Cinco frases de motivación para el 2015
1.Cambio porque yo quiero.
2.Mi mayor aliada soy yo misma.
3. Soy la encargada de cuidarme.
4. Soy lo que pienso.
5. Es tiempo de asumir mi responsabilidad.
Fuentes: Leonardo Carazo, de la Clínica Unibe, y Marisol Montero, de la Torre Médica Momentum Pinares.