La emergencia por el covid-19 nos ha dejado muchas enseñanzas. Una de estas es la relevancia de estar preparados para hacer frente a situaciones inesperadas que pueden afectar nuestra estabilidad financiera.
Un fondo para emergencias es un ahorro especial destinado, únicamente, para cubrir o compensar los gastos que devengan de situaciones imprevistas, tales como: la pérdida de empleo, accidentes, enfermedades, entre otras.
De acuerdo con un estudio de la Asociación Bancaria Costarricense del 2018, el 52% de los costarricenses ahorra. De estos, un 65% asegura que sus ahorros se destinan a la cobertura de imprevistos.
Cinco claves para crear un fondo de ahorro para emergencias:
1. Determine el monto a ahorrar: el ahorro debe ser medible, realista y oportuno. Establezca cuál es su meta y el plazo que tiene para cumplirla, de esta manera sabrá el monto que debe aportar. En el caso de fondos para emergencias, se recomienda ahorrar, por lo menos, el valor equivalente a tres o seis meses de gastos.
2. Inicie cuanto antes: para muchas personas, ahorrar no es una prioridad, sin embargo, es una práctica fundamental para tener una buena salud financiera. Reserve una pequeña cantidad de sus ingresos cada semana o cada dos semanas hasta llegar a su meta.
3. Elija el producto de ahorro que mejor se ajuste a sus necesidades: por seguridad, se aconseja mantener los ahorros en un banco. Elija un producto a la vista, preferiblemente, que le permita disponer de su ahorro en el momento que lo requiera sin pagar penalidades, como por ejemplo, una cuenta de ahorro tradicional o un ahorro programado.
4. Utilice el dinero solo cuando sea necesario: destine su ahorro solo para gastos directamente relacionados con una emergencia. Resista la tentación de disponer de este, de forma total o parcial, para otros gastos que no sean urgentes, inesperados y necesarios.
Si ya utilizó el dinero, vuelva a iniciar su plan de ahorro a la mayor brevedad posible, con pequeños aportes hasta recuperar el monto requerido para cubrir sus gastos mensuales.
5. ¡Siga ahorrando!: el fondo para emergencias es sólo el primer paso hacia la libertad financiera. Una vez que logre su meta de ahorro para emergencias, continúe con esta importante práctica, establezca nuevas metas a corto y mediano plazo y adquiera nuevos productos de ahorro.
Una vez la persona haya logrado tener un ahorro que le sirva como ‘colchón financiero’ en caso de situaciones imprevistas; se recomienda empezar a invertir para hacer crecer su patrimonio. Estas prácticas son esenciales para tener estabilidad financiera en el corto, mediano y largo plazo.
Fuente: Laura Céspedes, Gerente de Productos de Depósito de Scotiabank