Dice Sonia Picado que no deberían realizarse entrevistas antes de las 10 a. m. Para ella, es necesario tener suficiente tiempo para arreglarse. Le contestamos que las ideas las tiene arregladas sin importar lo que el reloj marque. Además, tenemos suerte, porque ya son las 11 a. m.
Acostada en el suelo, está Sol, la gata blanca de Sonia. Parece no abrumarse con la presencia de los desconocidos que conversan con su dueña. Sobre una mesa de vidrio se posa una revista Perfil de 1989, cuya portada fue protagonizada por Picado.
"Mano de hierro, guante de seda" fue el titular de un reportaje que hacía honor a la designación de Sonia como directora del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Fue ella la primera mujer al mando en ese centro, como también fue decana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica y embajadora de Costa Rica en los Estados Unidos.
Durante su carrera ha obtenido tantos reconocimientos que quedan pocos espacios en blanco en las paredes de su hogar. Sobre un sillón se posa aún el más reciente, la Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata. Este lo recibió de parte del emperador japonés Akihito a finales del mes de enero y fue el motivo de nuestro encuentro. No obstante, los derechos humanos y de la mujer se convirtieron en los temas de la velada.
P. ¿Por qué le otorgan están condecoración del emperador de Japón?
S: He trabajado en seguridad humana ya doce años y en los últimos tres he sido la presidenta del Fondo de Naciones Unidas para la Seguridad Humana. Antes, la presidenta era la señora Sadako Ogata, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados. Con ella y con Amartya Sen (economista Bengalí, Premio Nobel de Economía 2008) empecé a trabajar en una comisión en una publicación llamada Seguridad humana ahora.
P. ¿Cómo se define la seguridad humana?
S: El mundo se ha regido por la seguridad nacional, la estatal o la ciudadana, lo cual significa cuidar las fronteras, defender el país de los ataques de otros. La seguridad humana, por el contrario, significa concentrarse en las personas. Tiene dos lemas: un mundo libre de miedo y libre de necesidades. Por ello, se centra en migraciones, poblaciones refugiadas, la salud, la educación...
No se puede hablar de una América Latina segura cuando existen pueblos muriendo de hambre, que no saben leer y escribir, sobre todo, las poblaciones indígenas, como es el caso de los pueblos de la frontera entre Costa Rica y Panamá, que han sido muy marginados.
P: ¿Qué implicó ser la "primera mujer" al mando del IIDH, la decanatura de la Facultad de Derecho y la embajada de los Estados Unidos?
S: En general, recibí mucho apoyo, le diría que tal vez no sentí la discriminación porque yo misma me sentía segura. Siempre trabajé con hombres y encuentro que es una relación que se debe fomentan en el trabajo. Las mujeres no vamos a crear una institución solas, pero los hombres tampoco.
"Debemos ser firmes pero, al mismo tiempo, las mujeres ayudamos con una sonrisa y con otro sentido de la vida. Tenemos una sensibilidad que los hombres no tienen. Por ejemplo, a mí me tocó viajar mucho para conseguir fondos para el IIDH. Cuando llegué solo eramos seis personas pero logré tener un edificio propio y cien personas. Creo que ser mujer me ayudó en ese momento.
"Si bien hay muchos hombres machistas que tratan de bajarle el piso a uno, si se demuestra firmeza y conocimiento del trabajo, más bien te apoyan.
P. Usted fue una mujer pionera en muchos campos ¿Como ve la situación actual de la mujer?
S: Es otro mundo. Cuando estudié derecho éramos dos mujeres en mi clase y ahora en esa facultad hay más mujeres que hombres. También, hay muchísimas profesionales, un poco debido a que un salario casi que no permite mantener un hogar. La mujer no trabaja solo porque quiere sino por que tiene, por eso son tan importantes las guarderías infantiles.
Si se les dedica calidad de tiempo no hay porque sentirse culpable. Las mujeres nos sentimos culpables de todo: si la comida no salió bien, si el niño no fue a la escuela. La mujer asume una gran cantidad de responsabilidades... y yo, que he asumido tanto puesto de "hombres", le dijo que no hay labor más difícil que el ser ama de casa o madre. Si un secretario o un asistente no funciona, usted lo puede despedir, pero eso no puede hacerse con un hijo. Es un trabajo duro en el que la mujer es juzgada muy duramente por las propias mujeres. Si en algo hemos cambiado es que las mujeres estamos ayudando a las mujeres, pero todavía no es fácil.
P. ¿Cómo valora el tema de derechos humanos en América Latina?
S: Bueno, se ha avanzado muchísimo de cuando yo comencé en Derechos Humanos estaba presente la tragedia del cono sur, las dictaduras. Hoy hay más democracia y esta permite que haya más control de los derechos humanos; sin embargo, los gobiernos hablan mucho de derechos humanos pero no necesariamente los cumplen. Además de los derechos civiles y políticos hay que complementar con los derechos económicos, sociales y culturales. Como decía Marx, "la libertad para morirse de hambre", eso no tiene sentido y todavía tenemos la pobreza y la brecha entre ricos y pobres que, aún en Costa Rica, ha aumentado.
P: ¿Cómo evalúa un gobierno que no ha llevado al congreso temas importantes en derechos humanos?
S: Me parece una barbaridad, sobre todo, lo que con la Fecundación in Vitro porque Costa Rica tiene la sede de la corte y no se puede dar el lujo de fallar. Para mí, la FIV es un derecho. A las parejas que quieren tener hijos, y esa es una opción para tenerlos, debemos respaldar, de manera que hay que buscar una legislación para ello.
P: Recientemente, Chile aprobó las uniones sexuales del mismo sexo, ¿qué cree que falta en Costa Rica para dar ese paso?
S: Voluntad política, simplemente mandarla al congreso, hacer un lobby fuerte y lograr que pase la ley. Creo, que si una pareja ha vivido mucho años, han hecho un hogar y creado un capital, tienen los mismos derechos que una heterosexual. Todavía los marginamos, hay un machismo fuerte. Cada pareja tiene derecho a que se defiendan sus derechos.
P: ¿Cuáles cree que deberían ser las prioridades del gobierno?
S: Superar la pobreza, por eso cuando se habla de reforma fiscal hay tanto antagonismo pero sin ella no vamos a poder llegar a un país más igualitario y eso es muy importante: tener un país donde no veamos niños con hambre o familias sin hogar.
"Después, mantener al país en un mundo globalizado. Entender que ya no somos una pequeña aldea. Costa Rica tiene que integrarse al mundo y por ello estoy muy a favor de los tratados de libre comercio y de que trabajemos con los demás países de Centroamérica.