Organizarse es esencial para lograr metas a mediano y largo plazo, por eso, es importante hacer una revisión clara de los propósitos financieros y ajustar lo que sea necesario, valorando los posibles errores que se han cometido.
“Estar organizado financieramente no significa poseer un gran ingreso, sino más tener la capacidad priorizar los gastos responsablemente, previendo eventos futuros. Cuando nos proponemos una meta que es realmente emocionante para nosotros, es mucho más sencillo ser constante e invertir con gusto tiempo y esfuerzo. Hacer una revisión de las metas anuales a mitad del camino le apoyará a tomar decisiones más adecuadas”, señaló José Paulo Martínez, gerente de innovación y producto de la financiera CAFSA.
Los siguientes son los principales errores que impiden el cumplimiento de las metas financieras:
- Depender de dinero que no ha ingresado: el primer error identificado es adquirir artículos o servicios con dinero que ingresará en el futuro. Lo ideal es respaldarse en el ingreso económico actual.
- Comprar impulsivamente: si bien es recomendable tener una tarjeta de crédito para comprar, lo ideal es que todo lo adquirido sea realmente necesario y de prioridad. Hacer una lista de las cosas que necesita, así como pagar de contado, le ayudará a no desviarse en el camino.
- No controlar los ingresos y egresos: es entendible no llevar un control completamente organizado de cada entrada y cada salida de dinero, sin embargo, sí debe existir un presupuesto que evite los gastos hormiga y asegure el pago de las deudas.
- Tener solo una fuente de ingresos: es importante por lo menos tener dos fuentes de ingresos, de tal manera que, si una se ve afectada, la otra pueda abastecerle. Sabemos que muchas veces no hay suficiente tiempo para dedicarse a dos actividades a la vez, por lo que se recomienda que, si existe la posibilidad, opte por invertir.
- No ahorrar y no pagar las deudas: este último punto es el más relevante, ya que, si no se tiene la capacidad de ahorrar un gran monto, lo que sí debería pasar es que se pague las deudas adquiridas, de tal manera que no generen mayor interés y se vuelva una deuda incontrolable.