La mayoría de las mujeres asocian la menopausia con cambios hormonales, cambios emocionales y sofocación; pocas lo asocian con problemas bucales que pueden terminar, incluso, con la pérdida de piezas dentales.
“Durante la menopausia hay menos salivación, lo que hace que los dientes sean más propensos a caries. También puede producirse sensación de ardor en la boca, resequedad en los labios y mal aliento”, señaló el doctor Patrich Castillo, de la clínica Roosevelt Dental.
Durante ese proceso es importante visitar al odontólogo cada seis meses, pues algunos síntomas podrían estar asociados a otras enfermedades.
“El diagnóstico es muy importante; ese debe ser el primer paso porque hay que tomar en cuenta factores como la edad, la ingesta de estrógenos y la existencia de enfermedades previas como trastorno de la tiroides, hipertensión o diabetes”, señaló el odontólogo.
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Si la persona no toma medidas, puede desarrollar enfermedades bucales como la gingivitis (inflamación y sangrado de las encías) o la periodontitis (enfermedad que afecta los tejidos que soportan los dientes, como el hueso y la encía, lo que hace más fácil la pérdida de dientes)
En el mercado existe saliva artificial que le da a la persona lubricación y humectación por espacios de dos o tres horas. También existen algunos productos naturales que pueden colaborar en esa tarea, como el té verde, jengibre, aloe vera, vinagre de manzana, manzanilla y la manzana. Estos alimentos, al consumirlos a diario como infusiones o bebidas, protegen la boca y potencializan la producción de saliva, por lo que mejoran la sensación de resequedad.
El descenso en la producción de hormonas comienza a producirse entre los 45 y 55 años y con ellos llega la menopausia.