Ian Wilson, un padre de familia de 53 años, oriundo de Lincolnshire, al norte de Londres, se sentía confundido y asustado.
En su cuenta de PayPal –un servicio digital para manejar dinero, como una especie de banco en Internet– faltaban más de 1.000 libras esterlinas; es decir, casi ¢750.000.
Wilson enseguida asumió lo lógico en casos como este: que había sido víctima de un fraude.
De acuerdo con el diario británico The Mirror, Wilson se puso en contacto con PayPal de inmediato.
“Me dijeron que los pagos se habían hecho desde un dispositivo que era mío y que, por ello, no consideraban que lo sucedido fuera un robo”, comentó.
La respuesta lo obligó a investigar, por su cuenta, todos los movimientos efectuados en su cuenta.
Fue entonces cuando su hija, Susan, de nueve años, le confesó lo que había ocurrido.
La niña había reservado un viaje a Eurodisney, en París: compró tiquetes de avión, reservó las habitaciones del hotel e incluso adquirió un recorrido por la Torre Eiffel.
Para salirse con la suya, la chica había adivinado la contraseña de PayPal de su padre.
Tras el altercado, Wilson intentó ponerse en contacto con el banco, la agencia de viajes y de nuevo con PayPal para explica la situación, pero todos se negaron a devolver el dinero, pese a que ninguna de las reservaciones se había utilizado todavía.
Según informa The Mirror, Susan gastó unos ¢300.000 en los boletos de avión, ¢160.000 en el recorrido por la Torre Eiffel y ¢292.000 por el tren hasta Disneyland París, incluyendo tiquetes de estacionamiento.
La niña hizo las reservaciones el 24 de agosto, semanas antes de que su padre siquiera notara el movimiento en su cuenta.
Al parecer, la pequeña estaba jugando con el celular de su padre mientras este dormía y el aparato no tenía contraseña que lo protegiera.
De acuerdo con medios británicos, la niña prometió a su padre pagar la deuda.
Tras conocerse la historia, PayPal decidió devolver el dinero a la familia, como “gesto de buena voluntad”.