A lo largo de 25 años, Jorge Villalobos ha estado detrás de los proyectos políticos, familiares y personales de Johnny Araya.
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Jorge Villalobos está acostumbrado a ser recibido con ovaciones al llegar a un lugar público, aunque estas no sean para él. Él es uno de los colaboradores más cercanos de Johnny Araya y lleva 25 años caminar pocos pasos atrás del candidato, y de salir en segundo plano en las fotos que han documentado la carrera política del ahora aspirante a la presidencia.
Son cerca de las 11 de la mañana y Araya aún no ha llegado a su oficina en Sabana sur. Pero Jorge tiene ya varias horas de estar trabajando y nos recibe en su escritorio, a unos cuantos pasos del despacho vacío del candidato.
En medio de la escasa decoración de su oficina, llama la atención un dibujo a colores de Johnny Araya vestido como un santo y resulta un signo externo que confirma la admiración que siente Jorge hacia su candidato, la cual expresa desde sus primeras declaraciones.
Oficialmente, trabaja para Araya desde 1991, cuando el exalcalde de San José lo nombró director de Protocolo y Relaciones Intenacionales, un departamento creado por iniciativa de Johnny Araya en esa municipalidad.
Con los años, el político le confió sus proyectos personales y, en el municipio, lo encargó de dirigir uno de sus programas más publicitados: el Festival de la Luz.
Jorge no tiene hermanos, es soltero y tampoco tuvo hijos, de modo que las jornadas de más de 12 horas –como estas, en que las elecciones le han ampliado la lista de responsabilidades– nunca han sido un problema para él.
Además de ser el jefe de despacho, él también tuvo a cargo la organización de la reciente boda del candidato con Sandra León, e igualmente está al tanto de los preparativos del próximo matrimonio de la hija de Araya.
A pesar de la abundancia de sus tareas, Jorge se apresura a aclarar que no se considera la mano derecha de Araya. “Johnny nunca ha tenido mano derecha”, dice. “Yo solo le ayudo con lo que sea que él necesite... como lo haría cualquier otro colaborador”.
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