Tinta fresca: "Lo inaceptable", por Jacques Sagot

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Muy bien. Un señor es agredido por sus padres, luego viola a su hija, y aduce que él mismo fue víctima del maltrato paterno. No busca una justificación (justificar es declarar que algo es justo, lo cual en este caso es insostenible), sino una explicación, e invoca lo que conocemos como “circunstancias atenuantes”. Y así se recicla, generación tras generación, el espeluznante carrusel de la agresión. “Agredo porque me agredieron”. Como diría Becquer: “Puesto que el mundo es redondo, el mundo rueda: ¿puedo dar más de lo que a mí me dieron?” El mal sería, así considerado, una carrera de relevos. Podríamos constituir un árbol genealógico de la agresión en la que el culpable primigenio, el responsable de todos los entuertos del mundo, terminaría siendo Caín.








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