Revista Dominical

¡Socorro, no me quiero casar!

Hay hombres y mujeres a quienes, literalmente, LES ATERRA EL MATRIMONIO. Ellos padecen de gamofobia. No es broma. La patología existe y les puede producir síntomas similares a los que ocasiona un infarto agudo al miocardio.

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Maggie Carpenter adoraba comprometerse en matrimonio con cuanto hombre aparecía en su vida. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando estaba a punto de enrumbarse hacia el altar, la exuberante pelirroja sentía que el corazón se le salía del pecho, comenzaba a sudar, se mareaba y –¡oh casualidad!–, inmediatamente después, las piernas echaban a correr como por instinto, campo traviesa, en cualquier dirección que no fuera la iglesia donde la esperaba su prometido.








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