"La misión es marchar en unidad con aquellos que creen que la fuerza de Estados Unidos es su diversidad", dijeron los organizadores de la marcha Resist March en una declaración. "No solo la gente LGBTQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, y queers ), sino todos los estadounidenses y los soñadores serán envueltos en la bandera del arco iris con voces únicas, diversas e interseccionales que se reúnen".
La marcha bautizada con el nombre Resist March, que se realizó el 11 de este mes en Los Ángeles, Estados Unidos, no solía llamarse así, su nombre original siempre fue LA Pride. Pero, dadas las circunstancias, los organizadores propusieron este año un lema mucho más político. Más conveniente.
Las circunstancias
De acuerdo con KPCC, una emisora de radio estadounidense, el ambiente de la marcha este año fue distinto al de las anteriores.
Se mantuvo alegre, pero también, aseguraron que se percibía la frustración en el aire, así como un cierto enojo. Esto porque de pronto, con Donald Trump, la inmensa, –y visibilizada– comunidad LGBTQ, se sintió más desprotegida que antes.
"Creo que es importante que la gente salga y se aseguren de que nuestra voz sea conocida. No estamos siendo violentos, no estamos haciendo nada malo, es una declaración muy pacífica de que estamos aquí, somos conscientes de lo que está pasando y vamos a defender lo que creemos que es correcto", le dijo Dorian García a KPCC.
García fue una de las miles de personas que marcharon para protestar contra las políticas del presidente Donald Trump, quien tan solo, durante el primer día de su presidencia, la Casa Blanca retiró toda referencia sobre personas LGBTQ de su sitio web whitehouse.gov.
Pero no podemos darle todo el crédito a Trump, su gabinete también ha aportado al enojo colectivo. El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, votó siempre en el Congreso contra el matrimonio gay y las leyes contra la discriminación de homosexuales. A esto también le podemos sumar que las creencias de Trump son bastante tradicionales y hasta retrógadas.
De acuerdo con el medio Gay Times, una de las primeras declaraciones que se tienen del magnate sobre este tema es en una entrevista donde declaró que la institución del matrimonio “debe ser entre un hombre y una mujer”. Además, Trump se comprometió a apoyar la 'Ley de Defensa de la Primera Enmienda' (FADA).
Esta norma es la excusa perfecta para que empresarios puedan discriminar a las personas por sus inclinaciones sexuales, ya que lo que recoge es el derecho a tomar decisiones en base a creencias religiosas.
Así que, con tan solo estos puntos, se puede comprender por qué una marcha que está fundamentada en el amor hacia los demás, el respeto, y la tolerancia, además del derecho a las libertades individuales, tomó lugar (y fuerza).