En medio de la peor crisis sanitaria, económica y social de las últimas décadas, María José Quirós creó Eme y Jota, su propia marca de diseño. A partir de esta propuesta sostenible y siguiendo sus valores personales, esta talentosa mujer logró abrirse un espacio en el diseño costarricense.
Para Quirós, la pandemia por la covid-19 fue el impulso que necesitaba para convertir este sueño en realidad.
“Eme y Jota es un bebé del caótico 2020″, aseguró la joven diseñadora, quien al perder el trabajo que tenía en el extranjero decidió volver a su país natal y comenzar su propio negocio.
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María José Quirós estudió diseño de modas creyendo que en Costa Rica no podría trabajar en lo que la apasionaba. Hoy, contra sus pronósticos iniciales, tiene su propia marca de ropa. (Rafael Pacheco Granados)
María José, de 25 años, estudió diseño de moda en la Universidad Véritas y después realizó una maestría en España en LCI Barcelona (Escuela de Diseño y Moda) sobre moda y negocios. Además, tiene una maestría en diseño gráfico, área en la que cuenta con basta experiencia.
Eme y Jota se especializa en el diseño de prendas de mezclilla y sus creaciones resaltan por sus patrones innovadores. Con ellas, María José ha participado en cuatro ferias de diseño nacional, en las cuales ha vendido más de 500 piezas.
“Es mi parte favorita, conocer a las personas, unirse con otros diseñadores nacionales y hacer algo bonito”, expresó la diseñadora.
Quirós siempre quiso concretar este proyecto, su gran sueño; sin embargo no se había atrevido debido a que cuando salió de la universidad, en el 2017, no le veía mucho futuro al diseño nacional. Luego se le presentó la oportunidad de estudiar y trabajar en España y fue hasta su regreso al país que encontró una transformación en el mercado costarricense.
Específicamente, María José vio con claridad un cambio de percepción en el tico: “La gente está mucho más interesada en lo que hay adentro, cada vez estamos más interesados en buscar el talento que nos identifique como país”.
En esas nuevas circunstancias, la joven empresaria sintió que era el momento de lanzarse al agua. Aún cuando el ambiente mundial no era el más favorable para los emprendimientos, a causa de la pandemia, nada representó un freno para ella.
Así emerge una marca
¿Cuándo y como nació Eme y Jota?
“Todo surgió debido a una necesidad que he tenido toda mi vida de vestirme diferente sin necesariamente salirme de mi zona de confort”, comentó la diseñadora.
María José cuenta que mientras estudiaba moda sentía que todas las marcas se concentraban en cómo destacar con atuendos muy particulares, pero la realidad de la diseñadora es que todo su clóset se basaba en camisetas básicas, jeans y jackets, y de ahí surgió su idea: “Cómo transformar básicos en algo diferente, convertir los clásicos de moda en statement pieces, piezas con significado detrás”.
Por ejemplo, Eme y Jota tiene entre su inventario jackets, pantalones cortos y largos, crop tops y bolsos; todos con diseños y colores únicos porque Quirós utiliza su propia paleta para teñir sus telas de forma artesanal.
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La marca Eme y Jota se especializa en ropa de mezclilla. Su creadora procura que todo el proceso de confección sea sostenible. (Rafael Pacheco Granados)
Primeras creaciones
“Mi hogar siempre ha estado lleno de arte, nunca faltaron las pinturas y la escarcha. Mis papás me enseñaron a amar el arte y sobre todo a apreciar un trabajo bien hecho”, explica la artista.
El papá de María José, Alberto, es publicista y la mamá, Erika, también tiene un gusto por el arte. Su hermana es diseñadora gráfica y su hermano es fotógrafo y videógrafo.
María empezó a desarrollar su gusto por la moda desde temprana edad. Ella asegura que lo primero que notaba en los libros y películas era la ropa que usaban los personajes, por lo que siendo una niña pasó a dibujar sus propias revistas de moda.
“Convertí un proyecto que he tenido en mi cabeza desde hace años en algo real”, expresó emocionada.
Eme y Jota
Cuando María José habla de su marca, lo hace de manera casi maternal. Ella resalta que entre las principales cualidades que posee Eme y Jota es la atención al detalle. Para muestra un botón, literalmente: los botones de su marca los encarga a un proveedor en Colombia pues únicamente en ese país encontró quien los hiciera con las particularidades que ella requería.
Además, Quirós ha realizado esfuerzos adicionales para que el proceso de compra sea una experiencia agradable. Este se realiza a través de su página de Instagram, en la cual se pueden encontrar fotos de todos sus diseños; así como la explicación de la realización.
El producto se entrega en un bolso de tela con etiquetas y stickers personalizados.
Las prendas de Eme y Jota son producidas bajo el concepto de “slow fashion”, el cual es un proceso de diseño que toma tiempo, esfuerzo y un equipo detrás procurando dar los acabados y detalles personalizados.
Ella lidera un grupo de trabajo que incluye a don Humberto, el encargado de teñir las telas, y don Elías, quien realiza las carteras. También aparece en la alineación titular doña Xinia, la costurera de la marca, y Luciana -la hermana de María José- quien al ser diseñadora gráfica colabora en los diferentes procesos.
Otro rasgo notable de Eme y Jota es que se presenta como una marca amigable con el ambiente, con valores y principios que Quirós se ha encargado de resguardar y compartir con sus compradores:
Transparencia: para la diseñadora es vital que el cliente sepa por qué la prenda tiene el costo que tiene. Esto se justifica por la cantidad de esfuerzo detrás de su producción.
Humanidad: porque para coser cada botón, zipper y broche son necesarias unas manos trabajadoras. A cada compra se le adjunta una tarjeta con los nombres de las personas que hicieron posible el artículo.
Ética: María José está consciente de la contaminación y gastos que implica la producción de sus prendas. Por lo tanto siempre intenta utilizar los recursos inteligentemente y buscar formas de que su trabajo tenga el menor impacto ambiental. A manera de ejemplo está Daydream, una de sus colecciones que utiliza los pedacitos de tela y retazos sobrantes de otros proyectos para no desperdiciarlos. Además, sus tarjetas están hechas de cartulina 100% reciclada y biodegradable y sus empaques son reutilizables.
Adversidades y oportunidades
Si bien muchas cosas han resultado positivas como consecuencia de haber creado la marca en medio de la pandemia, María José cuenta que también ha experimentado varios contratiempos con respecto a la compra de materiales importados, pues escasean en el país debido a atrasos en sus naciones de origen.
La diseñadora comenta que en varias ocasiones se le han agotado los materiales para realizar sus prendas, entre ellas la mezclilla (insumo principal de sus creaciones). “El problema de trabajar sola es que nadie va a solucionar los problemas por uno”, expresó María José con risa nerviosa.
Lo positivo es que las adversidades pueden convertirse en oportunidades y transformarse en algo bueno. Este ha sido el caso de Eme y Jota, pues ante la escasez de mezclilla se dio la coyuntura para lanzar Daydream.
“Yo crecí escuchando que no se puede vivir del arte, y creo que es momento de cambiar esa mentalidad”. Quirós cuenta que aún no sabe si va a lograr mantenerse con lo que genera en Eme y Jota, sin embargo afirma que su trabajo y el de otros diseñadores locales está creciendo y consolidando un mercado costarricense que hace unos años no existía.
María José asegura que para que la industria de la moda evolucione en Costa Rica es necesario que las personas involucradas en el medio junten fuerzas y se organicen para atraer mayor público. Ella, por ejemplo, ha contactado a otras marcas nacionales para realizar ferias juntos: “No hay que verse como competencia” afirma Quirós.
Consejos
Según María José, para triunfar en el mundo de la moda es necesario actuar y proceder sin temores.
“La única manera de hacerlo es haciéndolo. No podemos crear un proyecto pensando que vamos a fallar”.
María José, además, cuenta que durante el año que lleva de existir Eme y Jota uno de los mayores aprendizajes que ha obtenido ha sido no subestimar ni a su marca ni al potencial de la industria.
Así fue como la joven diseñadora, que de niña tenía un sueño pero que temía fracasar en Costa Rica, se atrevió a dar el salto. Lo hizo en medio de circunstancias dramáticas e incertidumbre financiera y, aún así, hoy es la exitosa dueña de su propia marca. Y eso nadie se lo quita.
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María José estaba realizada profesionalmente en España. Irónicamente, perder su trabajo allá fue el empujón que necesitaba para lanzar su emprendimiento en Costa Rica. (Rafael Pacheco Granados)