Revista Dominical

¡No juego este juego!

Indecente es quien construye su felicidad sobre los escombros de los demás

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La sociedad ha hecho que la gente crea haber “descifrado” a un ser humano al descubrir su orientación sexual. “Ese maje es gay”, o “esa vieja es lesbiana”, o “ese chavalo es de doble rosca”. La preferencia sexual es “el gran secreto” de una persona, asumen quienes así piensan. Conocerla es conocer el origen de todos los aspectos de su conducta. El alfa y el omega de su ser. Y de inmediato se instaura una estructura relacional de poder: “te conozco, mosco'” Como quien dice “ I’ve got your number! ”. Por poco llega al chantaje moral. Al descifrar la sexualidad de una persona, creemos ponerla bajo nuestro control. Hay que saber, saber todo acerca de los demás y ocultar, ocultar todo en torno a nosotros mismos. Atisbar y esconderse. El que más ve y menos se deja ver, gana.








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