Los servicios de concertación de citas románticas por Internet han prometido desde hace tiempo ayudar a las personas a encontrar pareja usando la ciencia estadística para predecir la química personal. Pero algunos de los servicios más grandes están añadiendo ahora un giro retro.
Resulta que varios sitios están reuniendo a las personas al estilo antiguo, con fiestas para solteros donde la gente puede departir en bares mientras consume licor y coquetea.
“Muchas veces, he conocido a alguien por Internet, pero ya en persona no sentí chispa alguna”, dice Emily Clapp, una de las asistentes a un reciente evento de cata de cervezas organizado por el popular sitio de concertación de citas OkCupid, en un bar en un sótano de Manhattan. “Es muy desalentador invertir ese tiempo intercambiando correos electrónicos y luego nada”, añade.
Como muchos otros, Clapp sostiene que las “actividades reales” pueden ayudar a encontrar a una potencial pareja más rápidamente. En línea –afirman– se pueden pasar semanas o meses intercambiando mensajes con alguien, y cuando por fin programan una cena o unos tragos, descubre que la persona es un fiasco.
Pero, ¿por qué alguien debería inscribirse en un sitio de concertación de citas para conocer a alguien en un bar? Clapp, una contadora fiscal de 31 años, explica que los sitios actúan como un filtro y un punto de encuentro de solteros que buscan un romance y no son demasiado repulsivos. Pero inevitablemente, agrega, “es un poco más al azar que la concertación de citas en línea”.
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Como parte de su suscripción mensual o por una cuota adicional, este tipo de empresas ofrecen a sus asociados la posibilidad de ir a eventos en la vida real que son solo para miembros. Si bien muchas de las reuniones son en bares, hay actividades para aprender hacer pasta fresca, excursiones a un lugar determinado o encuentros matutinos para recibir clases de algún deporte como skeeball .
‘Mejor te veo’
Tanto Match.com, un servicio de paga, como OkCupid están promoviendo la idea de las reuniones en la vida real. Match –que posee casi dos millones de usuarios suscritos que pagan por el servicio– compró tiempo publicitario en las Olimpiadas para promover The Stir , como llama a sus reuniones. Desde mayor, esta compañía ha celebrado cientos de eventos cada mes en más de 50 ciudades.
OkCupid, que asegura tener 2,9 millones de miembros activos, ha organizado unos 100 eventos en Nueva York desde julio y planea llevar la idea a San Francisco, Los Ángeles, Chicago y otras ciudades en octubre.
Firmas más pequeñas también están ofreciendo reuniones. MeetMoi, cuya aplicación permite a los usuarios transmitir su ubicación y concertar rápidamente un encuentro para tomar un café o departir junto a un trago, ha estado organizando encuentros para llevar a más de sus usuarios a un sitio determinado al mismo tiempo. Y Nerve, un sitio de concertación de citas románticas y encuentros sexuales con sede en Nueva York, dice que trabaja en una aplicación móvil que pondrá énfasis en los eventos reales.
Este retorno a la opción de promover las reuniones cara a cara es, en gran medida, una respuesta a las dudas que revelan diversos estudios respecto a si las pruebas de personalidad y los datos pueden predecir cuándo dos personas serán compatibles. En una de esos investigaciones, dada a conocer en febrero, expertos en psicología aseguraron que no había “evidencia convincente” de que el software para formar parejas funcionara mejor que otros métodos más primitivos.
Claro, los principales servicios en línea no admiten que estén haciendo cambios para reaccionar a esos estudios. Pero lo cierto es que servicios como How About We y Grouper están promoviendo ahora “encuentros reales”. El segundo, por ejemplo, envía a seis personas a una salida grupal a ciegas.
“Seguimos usando nuestros algoritmos para formar parejas”, dijo Mandy Ginsberg, presidenta de Match.com. “Pero aceptamos que quizá sea más fácil entrar en una sala llena de personas que se están conociendo y conversando”.
Llama la atención que el número de citas románticas en línea al parecer se ha estancado. Datos de comScore, una firma analítica, muestran que el tráfico en los diez sitios de concertación de citas más populares no aumentó en el último año.
Típicamente, estos servicios tienen problemas para retener usuarios y la razón es comprensible: los miembros exitosos que encuentran el amor casi siempre borran sus cuentas, y quienes no tienen suerte se cansan después de demasiadas citas malas, así que los servicios tienen que convencerlos de quedarse más tiempo. Ahí es donde entran los eventos sociales.
Algunos sitios y aplicaciones de concertación de citas se han adelantado en lo que respecta a los encuentros personales. Grindr, una aplicación móvil dirigida a hombres gais, dio a conocer su servicio en el 2009: desde entonces, hacía equipo con bares locales para organizar fiestas. Ahora tiene cuatro millones de miembros.
Y sitios como Meetup han alentado desde hace tiempo a las personas a reunir a individuos de mentalidad similar para encuentros personales.
Sin embargo, no todas las compañías están convencidas con la idea de reunir a las personas en un bar para provocar los encuentros. EHarmony, uno de los servicios de concertación de citas más establecidos, ha dicho que no tiene interés en abandonar su énfasis en un abordaje mayoritariamente científico. “Estamos enfocados en reunir a nuestros miembros en la vida real con personas que sean profundamente compatibles, y no creemos que la vía para lograrlo sean fiestas a gran escala”, sostuvo Becky Teraoka, representante de la compañía.