Los gritos de Miss Colombia resonaron en el mundo: denunciar un fraude es tener voz

Jesenia Orozco fue la representante de Colombia en el Miss Global, concurso de belleza que se realizó en enero, en Oaxaca, México. El día de la final, y luego de ver cómo les tomaban el pelo a todas las participantes, decidió salir al escenario y gritar: ¡Fraude! Hablamos con la modelo que se convirtió en una de las primeras figuras virales del 2020

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El año comenzaba con muchos retos para Jesenia Orozco, una modelo estadounidense, de origen colombiano, que vive en Nueva Jersey. Fue seleccionada para representar al país cafetero en el Miss Global, un popular concurso de belleza que reunió este año a 60 concursantes de todo el mundo.

El 4 de enero Jesenia empacó todos sus vestidos, el traje típico, su maquillaje y varios pares de zapatos de tacón para ir rumbo a Oaxaca, México, lista para emprender su nueva aventura.

Aunque iba con la intención de ganar, su principal objetivo era utilizar la plataforma del reinado para llevar un mensaje de empoderamiento a las niñas que han sido abusadas sexualmente para que denuncien a sus agresores.

Ella lo fue por un pariente cuando tenía ocho años y estaba dispuesta a hacer público su testimonio con tal de alzar la voz. “Me tardé muchísimos, muchísimos años para superar lo que viví en mi niñez. Me tardé muchísimo tiempo para hablar sobre lo que me estaban haciendo”, contó.

Lo que nunca imaginó es que dos semanas después alzaría la voz pero por una razón muy distinta: tuvo las agallas de salir al escenario en medio de la final del concurso y gritarle al mundo que todo aquello era un fraude.

Su voz no solo retumbó en el auditorio Guelaguetza, lugar donde se realizó el certamen, sino que los videos que se hicieron del momento le dieron la vuelta al mundo y la convirtieron en una las primera figuras virales del 2020.

Jesenia Orozco habló vía telefónica con La Nación de lo todo lo que ocurrió durante esas dos semanas, del peligro que sintió después de denunciar el fraude y de cómo fue convertirse en una figura mediática de la noche a la mañana.

El concurso

El Miss Global, concurso que por el momento está suspendido por los hechos que ocurrieron en la final de este año y de los cuales Jesenia fue la protagonista, es uno de los más populares en el mundo. En este certamen pueden participar mujeres entre los 18 a los 35 años (con rangos de edad muy amplios en comparación con otras competencias) y, además, no hay inconveniente si se es mamá.

Eso les permite a muchas muchachas cumplir el sueño de participar en un concurso de belleza, y esa fue una de las razones por las que Jesenia decidió vivir la experiencia: enseñarle a su pequeña hija de apenas cinco años de que se puede ser reina siendo mamá.

“Pues yo lo vi como una oportunidad muy buena porque siempre he modelado y como yo tuve a mi hija tan joven, a los 16 años, fui limitada a muchas oportunidades que de pronto tiene una persona que no haya tenido a los niños tan temprano”, dijo Orozco, quien acaba de cumplir 35 años.

Ese 4 de enero, al llegar, comenzó una ajetreada agenda de actividades que la obligaban a ella y a todas sus compañeras a levantarse desde las 3:30 a. m. (para estar listas a las 4 a. m.), visitar hospitales, sitios turísticos y atender compromisos con los patrocinadores en Oaxaca.

Sin embargo, conforme pasaba los días, y la agenda de actividades aumentaba, todas comenzaron a darse cuenta de que la representante de México, Palmira Ruiz, llegaba tarde o no llegaba del todo a los compromisos dispuestos por la organización.

“Al principio pensé que como estábamos en el país anfitrión, de pronto todo eso era normal. Esta era mi primera vez en un reinado internacional y yo pensé que como era el país anfitrión, eso era así”, contó.

Al cuarto día del concurso, las cosas empeoraron: “Una persona del staff nos mandó un mensaje por WhatsApp. Esta señora mandó a decir en inglés: ‘Yo no puedo soportar lo que está pasando aquí, yo lo siento mucho, para mí todas ustedes son reinas pero no está en mi integridad aceptar lo que están haciendo y me tengo que ir’, relató Jesenia.

La situación se volvió aún más tensa cuando días después, estando todas las candidatas reunidas en el autobús, el fundador y presidente del Miss Global, Van Pham, les informó que a diferencia de otros años, este año tendrían a 25 chicas en lugar de 20 como semifinalistas.

La noticia, que en principio podría pensarse como positiva porque todas tendrían más oportunidad de llegar a la final, cayó como un balde de agua fría entre las candidatas: todas comenzaron a sospechar que necesitaban más finalistas para que la mexicana pudiera entrar al top.

“Todas las niñas comenzaron a alegar eso: que eso era injusto, que cómo nosotras nos esforzamos tanto y bueno empezaron todas a cuestionarse las cosas”, recuerda Jesenia.

La noche final

Ese día, Jesenia Orozco vivió un cúmulo de situaciones que acabaron en el desenlace que medio mundo pudo ver en sus computadoras y celulares: “una loca gritando” en medio escenario de la final del Miss Global, como ella misma describe cuando recuerda lo sucedido.

Todo comenzó mal desde buena mañana, cuando la organización les pidió a todas las participantes estar listas y maquilladas desde la madrugada para comenzar con los ensayos en el auditorio Guelaguetza. Al llegar al lugar no las dejaron entrar.

“Cuando ya llegamos ahí, nos tocó devolvernos, vestidas y alborotadas, y de regreso otra vez para el hotel”, cuenta Jesenia. La organización les dijo en ese momento que la artista invitada, la cantante Paty Cantú, había solicitado ensayar a puerta cerrada.

Sin embargo, los rumores entre las candidatas y el personal del staff de la organización es que había una disputa entre el organizador, Van Pham, y el patrocinador del concurso en México, Ramiro Gutiérrez: según Jesenia Gutiérrez exigía que la participante de México fuera la ganadora.

El concurso comenzó a las 9:30 p. m., dos horas y media después de lo planeado. La incertidumbre de no saber qué iba a ocurrir y la manera cómo las estaban tratando, comenzó a desgastar los ánimos de todas las participantes, principalmente los de Jesenia que cada vez le daba poco crédito a los que estaba viviendo.

En las afueras del auditorio, la organización montó un toldo para que todas las concursantes, a excepción de la mexicana, se maquillaran y se cambiaran el vestuario.

“Se suponía que adentro no había camerinos. Pero luego nos dimos cuenta que dentro del lugar en la parte de abajo del sitio había un espacio muy grande: era un camerino grandísimo. En ese camerino estaba únicamente la muchacha de México con sus maquillistas, con el vestuario, con el vestido típico, con absolutamente todo", relató Jesenia.

Sin embargo, lo más inaudito estaba por verse: luego de haber elegido a las 25 finalistas, en el cual no clasificó Jesenia, los jueces finalmente decidieron llamar a un top 11.

Luego de varios de minutos, sorpresivamente la organización del Miss Global informó a los asistentes y a las concursantes que llamarían a otras 7 candidatas (que no habían clasificado en el top 25) y que por un error en las tablas de puntuación no habían sido incluidas en el primer top.

“Las muchachas, como estaban tan enojadas, se empezaron a ir. Se iban con el vestido de gala puesto de la rabia que tenían y muchas de ellas, la mayoría, no hablaban español. Después de que llamaron a ese nuevo top 18, llamaron a las muchachas que quedamos en el lugar para darnos un mensaje”, recuerda Jesenia.

Fue en ese momento cuando comenzó una acalorada disputa entre el organizador Van Pham, el anfitrión Ramiro Gutiérrez y los jueces que desencadenó en lo que todos vimos: el grito de fraude de Miss Colombia.

Según Jesenia, en ese momento, Gutierrez, el anfitrión, decidió tomar el micrófono e informarle a todos los asistentes que el concurso estaba suspendido y señaló a la organización de un supuesto fraude.

Jesenia, ya en el escenario junto a las participantes que habían decidido quedarse, le comenzó a traducir a Van Phan -quien no hablaba nada de español- las acusaciones que le estaba haciendo el señor Gutiérrez.

“Entonces yo pensaba: ¿cómo es posible que este señor diga todo lo que está diciendo cuando era él el que hace rato estaba presionando al otro para que ganara la otra muchacha y este otro no va a decir nada?, recuerda.

Cuando Jesenia ve a sus compañeras llorando y al darse cuenta que Van Phan no reaccionaba, se sintió tan indignada que decidió dar un paso al frente y pedirle el micrófono a Gutiérrez, quien se niega a dárselo.

“Fue ahí cuando le dije al señor anfitrión: ‘me puedes pasar el micrófono’. Y él señor no me quiso dar el micrófono y en ese momento yo empecé a gritar”.

“Es un fraude. El señor pagó, hay una corrupción inmensa en México y ¡no es justo! ¡No es correcto lo que están haciendo aquí! Me parece injusto, es una falta de respeto para todas las mujeres que se han esforzado para estar aquí. Es una falta de respeto, tienen que ser justos”, le gritaba Miss Colombia al público.

Después, mira a don Ramiro de frente y le dice gritando: “Es inaceptable la corrupción, es inaceptable la falta de respeto, es inaceptable la falta de dignidad y ¡no lo acepto! No estoy de acuerdo con lo que usted está diciendo”.

Segundo después todas las demás participantes llegan a abrazarla y apoyarla, mientras todo el auditorio le aplaude y le grita; al verse atacado por Miss Colombia, Ramiro Gutiérrez da la orden de apagar los micrófonos y desmantelar el escenario.

Al final, y ya sin muchas de las concursantes ahí, incluida Jesenia, Van Phan decide en medio de la oscuridad y sin micrófonos, coronar a varias de las muchachas que se habían quedado junto a él.

Fenómeno viral

En medio de ese caos que estaban viviendo todos dentro del auditorio, y cargada de emociones, Jesenia decide que lo mejor es salir de inmediato de ahí, tomar un taxi al hotel e irse esa madrugada al aeropuerto rumbo a Estados Unidos.

Fue en la Ciudad de México cuando estaba esperando para tomar el otro vuelo a New Jersey, que comienza a recibir mensajes de amigos y familiares preguntándole por lo que había pasado. “Eres famosa, estás en todas partes”, le decían.

Ya en territorio estadounidense se da cuenta del impacto que tuvo su intervención: “El primer video en redes yo parecía como una loca gritando porque le habían quitado el audio. Y luego, una persona que estaba en el público de milagro grabó y salía con voz. Eso fue lo que se volvió viral”, explica.

Caracol, Univisión y hasta Telemundo la comenzaron a llamar para entrevistarla. Eso la asustó en un principio, aunque luego decidió que podía aprovechar esa exposición mediática para dar a conocer su mensaje. “Ahora lo veo todo muy diferente. Al final pude dar mucho más del mensaje que quería dar. Se convirtió en algo mucho más de lo que yo me imaginaba”, dice.

“Si te digo que he tenido la plataforma de poder ir a diferentes entrevistas y hablar acerca del tema y poder hablar acerca de lo que es el abuso. (...) empoderar a las niñas y a los niños que están siendo abusado para que hablen, para que rompan el silencio y no se queden callados cuando se sientan incómodos o cuando sientan que alguien les está hablando de cierta forma. Y eso para mí ya es ganancia”, relata sobre lo que ha vivido en estos meses.

También le han escrito decenas de personas que le han contado sus malas experiencias en los concursos de belleza y cómo nunca se animaron a alzar la voz.

¿Volvería a participar en otro concurso? “Después de eso quedé yo sana”, dice entre risas. “¿Serán que todos los reinados son así? Yo no sé porque yo no soy mucho de reinado pero si es que todos son así, son así porque nadie dice nada. Porque todo el mundo deja que todos hagan lo que les dé la gana”, reclama.

Días después de todo lo ocurrido, la organización de Miss Global emitió un comunicado que fue replicado por Telemundo en “el que apoyan el acto sin precedentes que hizo Jesenia al denunciar el fraude durante la final de concurso”. “Apreciamos la protesta pública de Miss Colombia contra la campaña de presión del señor Gutiérrez y la necesidad de mantener las reglas”, decía.

En esa misiva la organización del Miss Global aseguró que no fue la responsable del fraude. “Ramiro Gutiérrez, nuestro patrocinador en México, que no está asociado con nuestra organización, presionó para favorecer a su candidata. Esto viola nuestras reglas, integridad y ética. Cuando informamos al señor Gutiérrez de nuestra falta de voluntad para comprometer nuestra integridad, decidió desconectar la transmisión".

Telemundo también contactó a Gutiérrez y a Miss México, Palmira Ruiz, quienes negaron absolutamente todo. Gutiérrez asegura que fue el organizador quien cometió el fraude cuando decidió llamar a un top 18, después de haber elegido a las 10 finalistas, porque no estaban las candidatas de su preferencia.

Por su parte, Miss México aseguró que Jesenia solo quería ser protagonista y le recordó que fue Ramiro Gutiérrez quien pagó todo para que ella fuera al concurso y estuviera hospedada esos días México.

Jesenia le restó importancia a las declaraciones de Miss México y decidió darle un último mensaje a Ramira y a todas las demás chicas que quieran participar en un concurso de belleza: “Niñas: una corona no te hace, no es nada... es solo un símbolo hecho por los hombres que te colocan en la cabeza y todos ya llevamos la corona puesta. Es tu dignidad, tu respeto, tu carácter, tu personalidad y el amor que tu tengas para darle al mundo lo que verdaderamente vale”.