–Espero que no. Es irónico porque he trabajado en publicidad muchos años, pero nunca me he trabajado a mí mismo con la intención de crear una marca sino de, simplemente, vivir y tratar ser auténtico.
–No. Me siento reconfortado por la gente, apoyado, querido muchas veces. Pero ‘famoso’ es una palabra que no me gusta. No me siento identificado con ella.
...mi otra mitad.
...mi otra familia.
– En estas últimas horas. ¡Muchas veces!
(
– Sí.
No.
¡Feliz! ¡Ilusionado!
– Buenas
– (
– ¡Sí, claro! Pero...
– Sí, hemos hecho las cosas a la antigua.
– Y sus suegros, ¿cómo reaccionaron?
– (
–¿Deja muchos corazones rotos?
– No lo sé. Espero que no.
– No. Yo he sido de relaciones prolongadas siempre.
– Mmmm, esa es una pregunta difícil, porque estar enamorado muchas veces se identifica con un chispazo. Yo necesito sentir cómo ese fuego se prolonga. Por ahí, en alguna canción lo digo: ‘mantenerme soplando las cenizas tratando de que se enciendan de nuevo’.
– Le pido disculpas al que piense lo contrario. A mí eso me parece una estupidez.
– No, yo creo que las almas se pueden identificar independientemente del tiempo que las separe. Es un tema de humanidad: qué tan humanos somos, qué tanto nos respetamos, qué tanto nos queremos. Y a partir de ahí, ¡nada importa!
– Quedaron muchos proyectos sin terminar, y algunos nunca se harán. Algunos de esos proyectos eran con Fidel y no tienen sentido sin él. Sí quedaron bastantes canciones sin terminar.
– No. Lo que fue Malpaís ya todo quedó claro, y lo que había que grabar se grabó.
– Todo eso, creo. ¡Pero cantante no!
– Me gusta hacer ejercicio.
– Me gusta más el ejercicio liviano, cotidiano, en la casa... tres o cuatro veces por semana.
–
– Si fui bohemio, fue en otra vida. En general, mi vida ha sido más tranquila. Hace muchos años trato de alimentarme bien, de comer frutas, verduras...
– ¡No! Como de todo pero con medida. Uno es lo que uno come.
– (
– Sí, soy liguista. Soy futbolero pero, ante todo, uno es un profesional.
– Bien, bien... A un futbolista que se hizo en un club y tiene ahí su corazoncito, cuando le toca pasarse a otro lo hace. Si lo hace un futbolista, ¿por qué no lo puede hacer un músico?
–¿Cómo afloran las musas?
– Yo no me siento a escribir sin tener claro qué es lo que voy a hacer. Esa musa es que, sencillamente, la mente sigue trabajando en una idea hasta que la realiza.
– Yo tengo un problema: me cuesta mucho afiliarme a un partido. De joven, estuve metido en política en cuerpo y alma y salí garroteado. Temas como la corrupción y la falta de principios son cosas que me vuelven difícil asociarme a un partido.
– Ehhh, últimamente.
– Me veo un poco haciendo lo mismo. Ya es una vida que tengo elegida. Es una vida de comunicar, escribir, hablar, cantar... Ahora, estoy a punto de publicar un libro de cuentos para niños.
– A finales de febrero. He estado escribiendo cuentos para niños en los últimos años.
–
– Eso es un desorden. Yo soy el típico desordenado en apariencia ordenado. Quien abra mi gaveta se va a encontrar desde una galleta de hace dos años, hasta un cortauñas y el pasaporte... ¡no sé!
– (
– Hay cosas que nunca se me quedan: el libro para el viaje porque detesto las peliculitas en el avión. Nunca me falta una almohada, porque eso de estar despierto en un avión me parece terrible. Y, ¡no sé! Siempre llevo mi bolsita de cosas. Soy ‘muy idiático’, como decían las señoras de antes.
– Ahora casi no puedo tomar café por mi colitis crónica. Pero un cafecito con un tostelito es mi antojo predilecto.
– Le temía antes. Hace un tiempo que ya no.
– ¡Ja! Lo que pasa es que depende de la negatividad. Con el pesimista no tengo problema. Detesto –y detesto pocas cosas en la vida–, a la gente que es cerrada en que las cosas no se pueden o no se deben hacer.
– Tengo cuatro o cinco muy buenos amigos en la vida. Y luego un buen grupo de amistades.
– ¡Por supuesto!
– (
– No quisiera estar en los zapatos de los diputados. A veces, me cuesta llegar y decir, sencillamente, que son unos incapaces y ladrones... ¡no! Ellos son el reflejo del país que tenemos.
– Le diría: ‘¡Hola!, ¿cómo estás? ¡Qué dura te está tocando!’
– Humildemente, le doy mi trabajo.
– (