En los mercados gastronómicos se encuentra el amor

Edificios, jardines y locales de San José y Heredia se han transformado en espacios para comer y disfrutar de la sobremesa. Mercados gastronómicos como El Jardín de Lolita, Amor de Barrio y Por Media Calle están de moda, pero llegaron para quedarse.

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Mientras crecen las ofertas de comida rápida, en el horizonte aparecen también nuevas opciones para comer de todo un poco en los mercados gastronómicos, sitios donde es fácil encontrar el amor; primero hacia la comida y con suerte, del otro.

Dos años atrás se había reseñado en Viva las bondades de los primeros establecimientos en iniciar esta tendencia: El Mestizo en Escazú, El Mercado La California, Container Platz en Santa Ana, y El Patio, en Alajuela como nuevas apuestas para la gastronomía.

Ahora, llega el turno de reseñar Por Media Calle, de Heredia, y Amor de Barrio y El Jardín de Lolita, ambos en San José, tres concurridos mercados gastronómicos que mantienen vigente esta moda entre el público. En futuras entregas haremos la parada de rigor en otros espacios similares y de apertura reciente como El Abasto en San José o el Mercado La Fortina en Heredia, que poco a poco van capturando a un público curioso.

No podemos hablar ya de los mercados gastronómicos no como el futuro, sino como un delicioso presente que el público joven y las familias han adoptado.

Los mercados gastronómicos son más que el típico food court o una plaza de comidas. Dicho más fácil: la gente va por el sabor de una buena pizza, no la pizza de siempre. Los mercados están hechos para que la gente vuelva y se quede y así los platillos se van convirtiendo en nuevos clásicos.

Tome como ejemplo Por Media Calle, un mercado herediano que recibió a sus primeros comensales en setiembre.

Al entrar al espacio se ven distintas barras de comida y una de ellas es la de Guacamole, un restaurante de comida mexicana con su típico trompo de carne al pastor.

La gente se topa con una oferta de comida de buen ver sin perder la opción de probar un poco de todo: desde las creaciones de La Pataconería hasta la pasta artesanal de Il Mercato, ubicado al fondo del recinto.

“Puede venir un grupo y comer mexicano, otro comer en otro lado y escoger entre 11 opciones. Cada uno recibe un beeper para llamarlos y se pueden sentar juntos, sin separarse; a todos les gusta”, afirma Olman Vega, dueño de Guacamole en Santa Verde.

La comodidad de escoger libremente es, por supuesto, lo que más atrae a los mercados gastronómicos. Aunque la comodidad a veces signifique pagar un poco más, al público no parece molestarle.

Por Media Calle

Una visita al mediodía al mercado Por Media Calle arroja escenas muy diferentes a las de un centro comercial. En lugar de niños comiendo papas fritas, el lugar está lleno de ejecutivos o personas que trabajan en las torres de oficinas de Lagunilla de Heredia.

“Hay alrededor de 15.000 o 20.000 personas que trabajan aquí cerca. La mayoría tienen 40 minutos para comer, entonces tratamos de cortar los tiempos para que coman bien, sin apuros”, señaló Olman Vega.

Por Media Calle está en un segundo piso en Santa Verde, un complejo de uso mixto que combina residencias, oficinas y entretenimiento. A diferencia de un residencial o un edificio de oficinas, la entrada de Santa Verde tiene las puertas abiertas a que los curiosos ingresen y así también es Por Media Calle.

“Fue una ventaja que haya sido el primero de Heredia, pues la mayoría estaban en el oeste y la gente debía trasladarse para probar buena comida española, japonesa o italiana”, explicó Silvia Argüello, encargada de experiencia de Santa Verde.

Actualmente Por Media Calle tiene 11 barras con opciones variadas, sin que se repitan platillos en su interior.

Al tener apartamentos cerca y un ambiente que invita a quedarse, la vida de Por Media Calle no se limita al almuerzo.

“Durante el día tenemos platos ejecutivos, pero ya en la noche el público pide más cervezas, sangrías, cositas para picar”, señala Eliana Pascuali, del restaurante La Pataconería.

En este local los fanáticos de los patacones no tienen por donde perder. Los hay con guacamole, pico de gallo, frijoles y todos las carnes que uno se pueda saborear con solo pensar el nombre.

Entre las opciones de comidas no faltan las parrillas de Black Tap y La Chori y se puede disfrutar también de mariscos en El Mero y los sabrosos postres de The Whisk, listos para acompañar un buen café.

Por Media Calle ofrece otra ventaja que empieza a aparecer en los mercados gastronómicos, la de acercarle a la gente opciones de entretenimiento.

Entre semana aparecen grupos de rock, músicos nacional o inclusive ofertas más bailables.

“La comunidad lo ha aceptado muy positivamente y hemos tratado en acercarlos más para que puedan venir y hacer una reunión, tomarse un café, compartir en familia, festejar cumpleaños o alguna fecha importantes”, señaló Argüello. La excusa para ir a Heredia queda servida.

El Jardín de Lolita

Barrio Escalante ha tomado protagonismo entre la oferta gastronómica de la capital, pero lograr coincidir los gustos de varias personas en un solo lugar es complicado.

Aquí es donde aparece El Jardín de Lolita, un mercado gastronómico con una oferta variada y un buen ambiente para parejas y grupos grandes.

El Jardín es como un pequeño secreto entre sus visitantes. Tiene unos dos años de existir, pero su ubicación –no muy lejos de la calle de los restaurantes de Escalante, pero tampoco muy cerca– le permite tener su propio ambiente.

“En Escalante hay mucha comida y se repite mucho la palabra artesanal y creo que la gente quiere visitar esta zona pero salirse de lo que ya conocen, por eso terminan aquí”, explica Adrián Montes de Oca, del restaurante A Dos Manos.

Desde la entrada este mercado se puede observar las famosas hamburguesas de A Dos Manos o la pizzerías Oli’s, pero en cuanto uno se adentra en el lugar se descubre las virtudes de un jardín laberíntico.

Perderse no es difícil, pero agrada: en una esquina se puede llegar a un restaurante o doblando hacia la otra se puede ir a una tienda de diseño nacional.

En la mayoría de los puestos atienden jóvenes y en las mesas para comer hay capacidades desde dos hasta más de 10 personas.

El lugar tiene mucha iluminación durante el día y algunas áreas verdes que en pocos minutos hacen olvidar a cualquiera que está en el centro de la ciudad.

“Aquí lo bonito es que hay muchas opciones: pizza, sushi, El Callejón que ofrece comida de mar. El público es muy amplio, vienen jóvenes, familias y hasta se puede venir con mascotas, creo que eso motiva a la gente a venir”, explicó el cocinero.

A Dos Manos, como lo dice el nombre del lugar, ofrece hamburguesas grandes listas para romper la dieta con rodajas de tocino o hasta un huevo frito.

La pizzería Oli’s tienen recetas con los ingredientes clásicos –pepperoni, jamón, hongos– hasta la deliciosa –y casi patriótica–Teto Hongos, con pejibaye y palmito.

En el Jardín de Lolita hay mucho énfasis en la cerveza artesanal. En los puestos de venta los dependientes la ofrecen o incluso tratan de persuadir a los que quieren ir por las marcas tradicionales: todo se trata de redondear la experiencia.

Las tiendas ofrecen botellas casas cerveceras ticas como Os Beer Co. y Treintaycinco, que incluye marcas como la Pelona o la Tumbacalzones.

Amor de Barrio

El centro de San José poco a poco toma más fuerza entre los comensales más exigentes. No solo la oferta de bares ha aumentado sino también la de platillos sabrosos. Aquí es donde entra el encanto de Amor de Barrio, que vendría siendo un balance entre esas dos necesidades.

Amor de Barrio abrió el 15 de febrero en el barrio La California, el epicentro de la vida nocturna en la capital. Tomando el edificio de un antiguo teatro, Amor de Barrio ofrece dos pisos con barras de comidas y bebidas (11 en total), además de dos bares.

Marco Zúñiga, gerente general de Amor de Barrio, dice que desde el mismo nombre del lugar se plantearon hacer algo especial.

“Queríamos ser un centro gastronómico en el que ningún restaurante repitiera un platillo y hay comida mexicana, peruana, un biergarten –con comida alemana–, hamburgesas americanas,... Este lugar es algo único”, afirmó el gerente.

Amor de Barrio tiene vista hacia La California y en su segundo piso, hacia el centro de San José, lo que lo hace muy atractivo para tomar fotos. No es extraño toparse en redes sociales con fotografías de grupos de amigos o familias en ese segundo piso.

Más que de boca en boca, Amor de Barrio ha tenido publicidad por su particular ubicación, que tiene las puertas abiertas de lunes a lunes.

“A la gente le encanta poner fotos en este lugar y aprovechar la vista, es algo que poco a poco ha atraído a más público”, comentó Zúñiga.

Si la gente llega por las fotos, se quedan por la comida. En La Sucursal Limeña está lo mejor de la comida de Perú: ceviche, lomito y hasta el famoso anticucho, tres opciones con las que no se puede perder.

Falafel House ofrece wraps y hamburguesas al estilo libanés (de falafel, pollo o cordero) además de algunos de los mejores gin tonics de la zona.

Siempre está la posibilidad de pedirse un ceviche en un lugar y un trago en otro, lo que le da la posibilidad de armarse su propia aventura gastronómica.

Las cocinas de este y otros mercados gastronómicos son abiertas, lo que permite ver todo el proceso de preparación y antojarse, si así quisiera.

Entre los más populares está L'Avocado –un espacio en donde se puede encontrar hasta una hamburgesa de aguacate–, las hamburguesas artesanales de Meet y los quesos derretidos de Melted, que tienen desde emparedados vegetarianos hasta con pollo frito. En Melted también hay una gran variedad de cocteles tiki para disfrutar.

Ambiente

Visitar Amor de Barrio entre semana es ver a distintos grupos de amigos o parejas compartiendo un trago y algo de comida, es oír risas o ver a alguien emocionado porque ya está lista su comida. Los turistas tampoco faltan

De primera entrada se puede percibir como un lugar para hacer la previa: comer y tomar algo antes de salir a buscar otros rumbos. Pero para la gerencia del local, se trata de algo más grande.

“Estamos enfocado en las familias y somos pet friendly. Queríamos un lugar donde yo como hijo pueda venir con mis papás y mi esposa y que este sea un lugar tranquilo en donde se pueda conversar, a ver un partido o escuchar música en vivo”, explicó Zúñiga.

Además de los restaurantes, Amor de Barrio tiene dos bares, Rabbit Hole, en el sótano y Selvática, en la azotea. Ambos son igual de fotogénicos que los otros rincones del lugar.

“En Rabbit Hole son especialistas en coctelería y nuestro bar premium es Selvática, que tiene un concepto más de esparcimiento en privado”, explicó el gerente.

Selvática tiene una vista hacia el sur y el oeste de San José y solo es accesible si se hace una reservación y el nombre de la persona aparece en una lista previa.

Como se puede imaginar, eso solo ha hecho más grandes las filas para poder entrar a este lugar, que ha atraído mucho del público que visita bares en el oeste de la capital; el centro de San José pareciera, tiene mucho más que ofrecerles.

Si algo queda claro con los mercados gastronómicos es que al público le hacía falta un lugar cómodo para conversar y comer sin tener que preocuparse por complacer a todo el mundo. Las opciones de comida sobran y las excusas para ir a conocer, también.

Visítelos

Por Media Calle

Dirección: Santa Verde, La Aurora de Heredia. Contiguo a Universidad Fidélitas.

Horario: De lunes a jueves, de 12 m. a 10 p. m., viernes y sábados de 11 de la mañana a la medianoche y los domingo, de 12 m. a 8 p.m.

El Jardín de Lolita

Dirección: Barrio Escalante, 50 al este del costado sur de la Antigua Aduana, siguiendo la línea del tren.

Horario: Abre de martes a domingo al mediodía. Martes, miércoles y domingo cierra a las 10 p.m. Jueves viernes y sábado, cierra a la medianoche.

Amor de Barrio

Dirección: barrio La California, 100 metros al norte de la Estación de Tren al Atlántico.

Horario: Abre todos los días a mediodía. De lunes a miércoles cierra a las 10 p.m., de jueves a sábado cierra a la medianoche y domingos cierra a las 9 p.m.