En Costa Rica no hay un solo tipo de familia, hay 10 diferentes: ¿en cuál vive usted?

Unimer y Kölbi presentaron recientemente el estudio ‘Tribus modernas’, una ambiciosa radiografía de los hogares ticos que refleja la importancia creciente de los adultos mayores y lo que sucede con las parejas que se debaten entre tener o no hijos. Conozca su tribu.

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Los tiempos han cambiado. En la Costa Rica del 2020, los divorcios son más aceptados por la población, la mujer es cada vez más independiente y las uniones libres tienen una mayor apertura entre los ciudadanos. También hay muchos jóvenes que se independizan desde antes de casarse, pero al mismo tiempo, ha crecido la cantidad de muchachos que prefiere extender la permanencia en la casa de sus padres.

Es un hecho; la Costa Rica del 2020 es reflejo de una serie de transformaciones sociales que la diferencian marcadamente del país que era hace cinco décadas. Muchos tabúes de antaño han sido derribados, dando paso a una sociedad más liberal, lo cual se ve reflejado en la conformación que tienen actualmente las familias costarricenses.

En el marco de una Costa Rica que envejece y donde el debate por la “familia tradicional” lleva años en primera plana, las firmas Unimer y Kölbi presentaron recientemente el estudio Tribus modernas.

La investigación muestra que en el país no existe solo un tipo de familia, sino que son 10 los diferentes hogares en los que se pueden clasificar a los costarricenses. También da una mirada interna a las diferentes situaciones que debe enfrentar cada tribu en lo social y económico, entre otros aspectos.

De acuerdo con Ana Lía Jiménez, directora general técnica regional de Unimer, esta es la primera vez que esa empresa de investigación hace un estudio de este tipo, el cual tiene como fin conocer la composición de los hogares del país en la actualidad.

“La sociedad ha venido variando mucho y la composición de los hogares también. Actualmente, las necesidades de los hogares depende de quienes los conformen”, afirma Jiménez.

Por ejemplo, el estudio reafirma lo que se nos ha venido explicando por años: transitamos por un envejecimiento poblacional y las tribus donde hay hijos de por medio tienden a reducirse.

Ciclo de vida familiar

Se entiende como las diversas etapas por las que transita una familia, que parte desde la construcción del núcleo inicial hasta la disolución del núcleo (que puede ocurrir por separación, divorcio, migración o muerte).

FUENTE: FUENTE: ESTUDIO DE UNIMER Y KÖLBI.    || w. s. / LA NACIÓN.

También la investigación detalla que si bien se tiende a creer que el ciclo de vida familiar, es decir, las diversas etapas por las que transita una familia, seguía un orden inmutable, esto no siempre se cumple. Así se desprende de Tribus modernas, estudio desarrollado entre el 16 de agosto y el 16 de setiembre del 2019 con entrevistas en todo el país.

“No es cierto que es un ciclo. Hoy en día no se vive la teoría tal cual, es decir, no transitamos como la teoría lo establecía hace mucho tiempo y no es lineal, ni estático. Y los cambios sociales son los que hacen que las etapas estén cambiando con respecto a años atrás cuando estábamos en una posición más conservadora”, explica Marcela Salas, investigadora de Tribus modernas.

No obstante, Salas fue enfática que el ciclo familiar sí fue estable por mucho tiempo, según el Décimo Informe del Estado de la Nación en Desarrollo Humano Sostenible y el análisis de los datos de las Encuestas de Hogares de Propósitos Múltiples en los años 1987, 1994 y 2002 y que se utilizó de referencia para Tribus modernas.

La nueva investigación empleó una metodología de tipo cualitativa y cuantitativa. En el caso del estudio cualitativo fueron necesarios 30 encuentros etnográficos con hogares de las diferentes tipologías tanto del GAM como fuera de esta, y más de 120 horas de visitas para analizar la interacción de los diferentes miembros del hogar.

Para el estudio cuantitativo se realizaron 1.200 entrevistas cara a cara a nivel nacional. El estudio tiene un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 2.8%.

Pirámide poblacional

Refleja la edad de los ticos y reafirma que Costa Rica es un país que está envejeciendo.

FUENTE: ESTUDIO DE UNIMER Y KÖLBI.    || w. s. / LA NACIÓN.

Según los hallazgos, el ciclo de vida familiar en Costa Rica se divide en un total de 10 etapas: Sin núcleo, Pareja joven sin hijos, Inicio, Expansión, Consolidación, Estabilización, Desarticulación, Pareja adulta y nido vacío, Unipersonal adulto y Unipersonal adulto mayor.

¿Qué significa cada una, cómo se componen y cómo viven actualmente los ticos cada fase?

Antes de entrar a conocer cada etapa, conviene aclarar que todas representan un tipo de familia, sin importar el lazo sanguíneo o la cantidad de personas que vivan bajo el mismo techo.

La unión hace la fuerza

La familia Sin núcleo es la primera etapa del ciclo y hace referencia a un jefe de hogar sin hijos que convive con otros familiares o no familiares (que no sean pareja). A modo de ejemplo, se puede mencionar que Ana comparte su hogar junto a su hermano y su tía que se acaba de divorciar.

En Costa Rica, en esta etapa conviven por lo general tres familiares y usualmente uno de ellos es adulto mayor. Además, la conformación de estos hogares se presenta en muchas ocasiones cuando una persona atraviesa por crisis emocionales o económicas y ocupa el apoyo de su círculo más cercano.

Usualmente en esta etapa al menos dos personas son asalariadas o perciben ingresos, por lo que juntas pueden solventar los diferentes gastos del hogar como vivienda, alimentación y servicios básicos.

“Es una fase transitoria, es decir, la convivencia en los Sin núcleo tiene que ver con conveniencia económica para todos. Al final me voy a ver beneficiada yo porque estoy saliendo de una crisis, alguien me está ayudando en una emergencia y probablemente dependiendo del tiempo que me quede ahí yo voy a terminar apoyando ese hogar mientras reorganizo mi vida”, explicó Salas.

De acuerdo con el estudio, este tipo de familias representa el 8,8% de la población costarricense y es una tipología que está en crecimiento.

Fuera del molde

La etapa de Pareja joven sin hijos, es la segunda del ciclo y hace referencia a las personas que tienen una relación sentimental, que viven juntas pero que no tienen hijos y en el que la mujer tiene menos de 40 años.

“Típicamente aquí uno se imagina el rostro de una pareja de recién casados, que empiezan a transitar en el ciclo y que van a tener hijos en algún momento. Sin embargo, esta es una visión bastante romántica y puede ser estereotipada, porque estamos partiendo de un paradigma en el cual uno está pensando que la pareja cuenta con la oportunidad de tener espacios físicos y emocionales de convivencia privada”, detalla Salas.

Sin embargo, en Costa Rica muchas de estas son “parejas de tres”, ya que la suegra vive junto a ellos. Para ser exactos, una de cada cuatro parejas conviven con la suegra u otro familiar.

Esta es una etapa que refleja la Costa Rica del 2020. Prueba de ello es que ya no existe un solo tipo de pareja conformado por mujer y hombre como típicamente sucedía, pues durante los últimos años en el país han aumentado la cantidad de parejas del mismo sexo que habitan juntas.

Y aunque en un principio esta es una fase transitoria, tomando en cuenta que en un futuro se espera que la pareja tenga hijos, lo cierto es que muchos de los ticos que se encuentran en esta etapa han decidido no procrear y por tanto no van transitar por todas las fases del ciclo.

“Nos estamos saliendo del molde, estamos rompiendo la norma y en este caso estamos hablando de una etapa que se va a saltar varias fases porque no piensan tener hijos”, añadió la investigadora.

No obstante, el estudio también reflejó que algunas de las parejas jóvenes sin hijos arrastran deudas de su soltería y al convivir, estos compromisos económicos previos se convierten en una carga que en muchos casos tensa la relación. Por ello, para estas parejas son indispensables los gastos discrecionales que les permitan divertirse y relajarse, como viajar y salir a comer, entre otros.

Este tipo de familias representa el 3,2% de la población, lo que se traduce en poco más de 49 mil hogares.

Cambio de prioridades

La etapa de Inicio es en la que habitan un jefe de hogar con o sin pareja, y con uno o varios hijos menores a cinco años.

Nueve de cada 10 hogares ticos que se encuentran en esta etapa hacen referencia a lo que se conoce como familia tradicional: mamá, papá e hijo.

Sin embargo, en Costa Rica existen otro tipo de casos, como por ejemplo el de una mamá, su hijo y una nueva pareja (no el padre del pequeño), por lo que no se habla necesariamente de un matrimonio pero sí de una pareja que vive en unión libre y convive con un niño pequeño.

“Estamos viendo que aunque han pasado máximo cinco años desde que se tuvo el primer bebé, ya no están viviendo esa mamá o ese papá con el bebé, sino que ya vemos nuevos rostros y esto es importante porque significa que ya ni cinco años están conviviendo con la misma pareja”, detalla Salas.

Aquí va madurando la familia y crece la responsabilidad de lo que conlleva criar un niño. Por ello, en esta etapa los hijos pasan a ser la prioridad en el gasto, ya que requieren, entre otras cosas, de pañales, meriendas, vestimenta, alimentación, cuido, entretenimiento y educación. En otras palabras, consumen buena parte del presupuesto familiar.

Es justamente en esta etapa cuando los gastos tienden a incrementar y se activa la preocupación por mejorar los ingresos para garantizar la calidad de vida. Por ello, es aquí donde crece la necesidad de conseguir un mejor trabajo, concluir estudios, o bien, trabajar horas extra.

La etapa de Inicio representa el 3,9% de las familias costarricenses, es decir, poco más de 61 mil hogares.

‘Prisioneras’ del hogar

La etapa de Expansión habla acerca de un jefe de hogar, con o sin pareja, donde el hijo mayor tiene entre seis y 11 años. Esta es una etapa que está caracterizada por el aumento en la cantidad de hijos (por lo general son dos).

Hay un crecimiento en los gastos y mantener un calidad de vida se convierte en un juego de ajedrez para el jefe de hogar, generándole presiones, problemas, perdida de tolerancia, pero también la astucia suficiente para resolver la economía familiar.

Es aquí justamente donde la pareja se cuestiona si tendrá más hijos, pues entre el querer y el poder hay un trecho muy largo, caracterizado por una limitante económica.

De acuerdo con el estudio Tribus modernas, la etapa de Expansión en Costa Rica cuenta con una mayoría de jefaturas de hogar lideradas por mujeres: uno de cada tres hogares cuenta con jefaturas femeninas.

Entre quienes viven en pareja, al haber más hijos puede suceder que se decida la mamá salga de trabajar y se concentre en el cuido de los niños. Debido a ello, cuando atraviesa esta etapa la mujer se ve obligada a detener su realización personal y profesional, provocando que muchas se sientan “prisioneras” del hogar al ver muchos de sus sueños truncados.

“Es una fase en donde suele crecer el número de hijos, entonces es un momento donde ellas viven una frustración importante”, dice Salas.

Como dato llamativo, los investigadores encontraron que algunas de estas familias se formaron justo en la etapa de Expansión, pues se trata de nuevas parejas con hijos fruto de relaciones pasadas y hoy viven juntos. Es decir, aquí aplica la frase “los tuyos, los míos y los nuestros”.

La etapa de Expansión se encuentra en contracción y representa el 7,4% de las familias costarricenses, es decir, aproximadamente 115 mil hogares.

Decisiones importantes

La etapa de Consolidación es la siguiente en el ciclo y hace referencia a aquella familia cuyo hijo mayor tiene entre 12 y 17 años.

Esta tribu es muy similar a la de Expansión; prácticamente la única diferencia es la edad de los hijos, pues en este caso se trata de adolescentes.

Además, debido a la edad que tienen los hijos se empieza a hablar de universidad más frecuentemente.

Para los padres que se encuentran en esta etapa es muy importante que los jóvenes continúen sus estudios posterior al colegio. Pero al mismo tiempo nace una nueva preocupación, porque no saben cómo le harán frente a este nuevo gasto.

“Usualmente las familias sí están comprometidas con la idea de que los hijos salgan adelante, entonces comienza a estar la preocupación de si los hijos van a trabajar para pagarse la universidad, si se la pueden pagar los papás o si vive afuera del GAM se piensa también adónde va a irse a vivir”, detalla Salas.

Por otro lado, regularmente en la etapa de Consolidación es cuando se toma la decisión de no tener más hijos, especialmente cuando la mujer ya sobrepasa los 35 años.

La etapa de Consolidación se encuentra en contracción y representa un 11,1% de las familias ticas, lo que se traduce en poco más de 173 mil hogares.

Nuevos proyectos

En la etapa de Estabilización las familias cuentan con al menos un hijo mayor de 18 años y alguno menor de edad. Por lo general, en este tipo de familias ya no hay niños.

Además, la economía familiar comienza a estabilizarse, dándole mayor tranquilidad al jefe del hogar, debido a que en muchos casos hay un ingreso económico adicional proveniente del hijo mayor de edad, el cual se incorpora al mercado laboral.

“Como ya hay un hijo mayor de 18 años, suele salir a trabajar para aportar algún ingreso: ya se compran sus propias cosas, su ropa, artículos personales, se pagan sus salidas, ya hacen aportes al hogar, entonces hay como una esperanza de que descienda la curva de gastos. También hay varios decisores de compra”, afirma Salas.

En esta etapa, la pareja empieza a replantear su proyecto de vida juntos, tomando en cuenta que los hijos ya están creciendo y tienen sus propias metas.

Un total de 11,7% de las familias costarricenses se encuentran en la etapa de Estabilización, lo que se traduce en poco más de 182 mil hogares. Esta es una tipología en contracción.

Inquilinos

La etapa de Desarticulación es la que predomina actualmente en Costa Rica, y se mantiene en crecimiento. De acuerdo con el estudio Tribus modernas, un 34,4% de las familias forman parte de esta tipología, lo que se traduce en cerca de 543 mil hogares.

Esta etapa está conformada por un jefe de hogar con o sin pareja y con todos los hijos mayores de edad.

“Básicamente cada vez son más los hijos que no tienen prisa de irse de casa porque están cómodos y porque primero buscan su desarrollo y realización personal o porque no pueden solventar el costo de independizarse. O sea, puede ser que quieran, pero no les alcanza”, asegura Marcela Salas.

Sin embargo, debido a que todos los hijos son mayores de edad la economía del hogar es cada vez más estable, ya que usualmente todos trabajan y hacen un aporte a la casa, ya sea dinero en efectivo o en especie.

También hay más posibilidad de salir a comer, pasear o darse algunos gustitos. Incluso, es en esta etapa cuando los hijos comienzan adquirir sus propios bienes, como un vehículo.

Uno de los hallazgos más llamativos del estudio es que en la etapa de Desarticulación muchas parejas se separan. Según los datos, en este segmento casi cuatro de cada 10 hogares son monoparentales y en su mayoría estos hogares son liderados por una mujer.

“Muchas de las justificaciones fueron que ya no había razón para aparentar. Es decir, ya los hijos están grandes, maduros, entonces aquellas parejas que estaban unidas por los hijos no tienen razón para sostenerse y en general como pareja no hay un proyecto juntos. Además, ya todos trabajan y pueden ayudar a la mamá o al papá”, añade la investigadora.

En la etapa de Desarticulación generalmente comienzan a aparecer los primeros nietos.

Los abuelos

La etapa de Pareja adulta y nido vacío hace referencia a una pareja donde la mujer tiene 40 años o más. En este tipo de hogar no hay presencia de hijos.

De acuerdo con el estudio, la tendencia acá es que convivan dos personas que mantengan un vínculo sentimental. Hablamos no necesariamente solo de las parejas que no tuvieron hijos; sino también a aquellas que sí lo hicieron y cuyos hijos ya viven por aparte.

En este caso, su energía se suele enfocar en ayudar a que sus hijos y nietos prosperen.

“Usualmente quienes viven esta etapa ya tienen su casa pagada y quienes son abuelos suelen buscar cómo, de su economía, aportar a hijos y nietos y no al revés. Asumen parte de la colegiatura de los nietos, de la canasta básica, y muchos cuidan nietos”, detalla Salas.

Además, quienes no tuvieron hijos no necesariamente viven de forma holgada, sobre todo fuera de GAM o cuando su ingreso depende de una pensión, dice el estudio.

Esta es una tipología en crecimiento y representa al 12% de las familias costarricenses, lo que se traduce en más de 187 mil hogares.

Fase transitoria

La etapa Unipersonal adulto se trata de un jefe de hogar que vive solo y es menor a los 60 años.

“Es una frase transitoria, tomando en cuenta que quienes viven solos son en su mayoría hombres adultos que en promedio tienen 48 años y que por supuesto pueden volver a conformar un núcleo si se unen a una pareja, o si le dan asilo a un pariente o si alquilan un cuarto. O sea, pueden entrar en cualquier fase”, dice Salas.

Entre los hallazgos también se encontraron que en este segmento hay muchas mujeres separadas o que enviudaron.

Generalmente, quienes forman parte de esta etapa tienen solvencia, pero si la situación económica se tensa también tienen la posibilidad de formar un nuevo núcleo por conveniencia y dividir así los gastos.

La etapa Unipersonal adulto representa un 2,6% de las familias costarricenses, es decir, poco más de 40 mil hogares y se mantiene estable.

La última

La fase Unipersonal adulto mayor hace referencia a un jefe de hogar que vive solo y es mayor de 60 años.

Esta etapa representa un 4,7% de las familias costarricenses y se mantiene en crecimiento, lo que no toma por sorpresa a los investigadores, pues es sabido que Costa Rica atraviesa por un periodo de envejecimiento poblacional.

“Esta es una etapa en crecimiento, sobretodo porque hoy por hoy hay más adultos mayores y la campana demográfica está creciendo en que cada vez hay más adultos mayores por varias razones”, comenta Salas.

Además, en esta fase hay más adultas mayores, debido a que en Costa Rica las mujeres tienen una mayor esperanza de vida en comparación a los hombres.

FUENTE: ESTUDIO DE UNIMER Y KÖLBI.    || w. s. / LA NACIÓN.

Más allá

El estudio Tribus modernas también reveló una serie de datos que permiten conocer las preferencias de cada uno de los tipos de familia.

“A nivel general esto permite ver cómo está la población en relación con algunos temas como vivienda, medios de transporte y mascotas; y ver cómo está cada tribu en cada una de las temáticas en particular”, dice Ana Lía Jiménez.

De esta forma, se concluye que en el 94% de los hogares costarricenses hay al menos un teléfono inteligente y el 83% de las familias cuentan con televisión por cable.

FUENTE: ESTUDIO DE UNIMER Y KÖLBI.    || w. s. / LA NACIÓN.

Además, cuatro de cada 10 familias utilizan Uber y un 51% de las familias usan tarjeta de débito.

Por otro lado, en siete de cada 10 hogares ahorran y aproximadamente nueve de cada 10 familias realizan las compras del diario en el supermercado.

La investigación muestra que en el país no existe solo un tipo de familia, sino que son 10 los diferentes hogares en los que se pueden clasificar a los costarricenses. También da una mirada interna a las diferentes situaciones que debe enfrentar cada tribu en lo social y económico, entre otros aspectos.

Las familias en Costa Rica

El estudio Tribus modernas muestra datos sobre la forma en que viven las familias costarricenses, sus costumbres y preferencias.

FUENTE: ESTUDIO DE UNIMER Y KÖLBI.    || w. s. / LA NACIÓN.