Revista Dominical

Cuando la deportación es una condena de muerte

Para decenas de inmigrantes deportados por Estados Unidos, regresar a su país significa morir

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La primera vez que fue deportado, desde Texas a su natal México, Juan Carlos Coronilla-Guerrero tenía 18 años y la amenaza de una de las fronteras más complicadas del planeta no lo detuvo: tiempo después, volvió a ingresar a Estados Unidos y se asentó en Buda, un poblado texano, junto a su esposa. Ahí, trabajó como carpintero y crió a tres hijos. Su vida, para todos los efectos, iba en paz.








Danny Brenes

Danny Brenes

Se unió a Grupo Nación en el 2012. Escribe para la Revista Dominical desde principios del 2015.

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