Después de bailar el Harlem Shake , les salió el tiro por la culata a 50 estudiantes tunecinos que grabaron un video con su versión del baile del momento, ese en el que un individuo baila primero en solitario hasta que el resto de compinches se le suman con disfraces y movimientos alocados.
La grabación ocurrió el domingo pasado en el Instituto Pères Blancs, en la capital de Túnez. Pocas horas después, el registro del performance ya estaba arriba en YouTube. Al día siguiente, el Ministro de Educación local, Abdeltif Abid, levantaba la voz: “Lo que pasó es un insulto para el mensaje educativo y quien haya participado será señalado como responsable”. De inmediato comenzó una investigación para suspender a los alumnos implicados.
El castigo todavía viene en camino, pero mientras, no se han hecho esperar las reacciones de grupos islamistas que abiertamente rechazan la popularidad y el eco del bendito Harlem Shake, viral alrededor del orbe desde febrero pasado.
Su respuesta para contrarrestar la moda que nació en Estados Unidos fue una nueva versión que ha sido llamada “el Harlem Shake musulmán”.
La reacción –también en video– pretende acercar a los jóvenes musulmanes a la lectura del Corán , y a la vez alejarlos de “modas banales” de creación occidental. La popularidad de esta respuesta, sin embargo, no se le acerca ni a los tobillos a las decenas de miles de videos subidos en el tubo que cumplen los mismos cánones, musicalizados con una duración de 30 segundos del tema Harlem Shake , del artista norteamericano Baauer .
Más enojo
En Estados Unidos, la cuenta de alumnos suspendidos a lo largo y ancho del país iba, el jueves último, por 30, en al menos tres incidentes aislados. En cada uno de los casos, los directores de los centros tildaron los videos de “vulgares” e “inapropiados”.
En el colegio Milford High School, en Michigan, una docena de jóvenes salieron castigados la semana pasada, después de subir el video grabado en un aula. El que resultó más perjudicado fue Anthony Dawson, de 18 años, quien aparecía en el video bailando descamisado mientras sujetaba en sus manos a un pato vivo que revoloteaba.
En Egipto, las implicaciones del Harlem Shake han cruzado los colegios para llegar a niveles superiores. El jueves pasado, varios activistas convocaron a una manifestación frente a la sede de la organización islamista de los Hermanos Musulmanes, en el barrio de Moqatam. La reunión era para hacer una versión del Harlem Shake “para romper el aburrimiento como alternativa a las protestas tradicionales”, según la agencia EFE.
El anuncio pedía a los manifestantes tener claro que era una protesta pacífica y que, por favor, no se desnudaran en medio baile, algo que se ha vuelto común en algunas otras grabaciones de este pegajoso baile.
En ese mismo país, ya ha habido arrestos. La semana pasada, por ejemplo, cuatro jóvenes fueron detenidos por bailar en calzoncillos en el barrio cairota de Aguza, esto debido a las sospechas de que pudieran hallarse en estado de ebriedad.
Mientras tanto, en Irán –un país donde es prohibido bailar en público– el Harlem Shake solo se ha filtrado gracias a un programa en línea transmitido tanto en inglés como en farsi .
El show ZirZameen pretende enseñarles a los iraníes ejemplos de arte y activismo a los que no se puede acceder en su país. “Bailémoslo y divirtámonos en el nombre de la libertad de expresión”, dijo un representante del show .
Por ahora, solo una minoría se ha visto metida en embrollos por el baile. Entretanto, la moda sigue creciendo en YouTube con más de 4.000 versiones nuevas que se suben a diario.