Andrey Amador Bikkazakova llega al club de leyendas del deporte nacional tomando la ruta más larga y más sinuosa de todas. Sus logros deportivos culminan luego de miles de kilómetros pedaleados y semanas completas de extenuante competencia en el deporte más exigente del mundo: el ciclismo profesional.
Este 2015, Amador empujó la bandera tricolor al cuarto puesto de la clasificación general del Giro de Italia corriendo con el Movistar Team de España.
Ningún otro latinoamericano logró estar entre los 10 primeros puestos en la general del Giro 2015, una de las tres competencias reina de los pedales junto con el Tour de Francia y la Vuelta a España. De las tres, la llamada Corsa Rosa se considera la más exigente.
Andrey hizo más que poner en alto el nombre de Costa Rica en Italia. Superó por mucho su mejor actuación en el Giro (puesto 29) apenas en la tercera etapa. En la quinta ya estaba entre los 10 mejores de la clasificación general. Y una soberbia actuación en la contrarreloj individual en Valdobbiadene lo catapultó al tercer puesto de la competencia, mereciendo los vítores de todo Costa Rica y hasta de los mismos italianos, además de sentidos halagos de figuras del deporte tico en redes sociales.
Sin embargo, Amador no se siente del todo satisfecho con su brillante participación. No lo dijo con soberbia en una entrevista telefónica. Se le notaba más bien un cierto ardor en la sangre porque el ciclista entregó todo lo que tenía y pudo haberse subido al podio, pero por esas cosas del destino esta vez no sería su turno en el 2015.
Amador se coló por dos días en el puesto tres de la general. Protagonizó primero una pelea de dientes apretados por ese puesto con el español Mikel Landa de Sky Team y luego con el italiano Fabio Aru del equipo Astana Pro, ambos ciclistas del más alto nivel. Sin embargo, en la etapa 19, justo en el mismo recorrido en el que Amador cosechó su primer triunfo como ciclista profesional en la edición del 2012, un mal cálculo en la alimentación le jugó una mala pasada al tico y sufrió para aferrarse a como pudo al cuarto lugar.
Tres etapas después estaba cerrando su participación en Milán como la revelación del Giro 2015 y como uno de los pocos latinoamericanos en colarse entre los mejores cuatro en la historia de esta competencia.
Excepcional sin duda, pero no suficiente para Andrey.
El pedalista ahora está tranquilo porque sabe que sueña con más. Eusebio Unzúe, el mandamás del Movistar Team coincide, pues afirma que anteriormente Amador no podía imaginar el potencial que posee y que está en el momento justo de madurez y experiencia para descubrirlo.
A corto plazo, Andrey buscará el triunfo en las clásicas europeas de Harelbeke, Gante-Wevelgem o Flandes este 2016 "No me enojo si gano una de esas", indicó entre risas vía telefónica, pero hablando muy en serio.
El 'compita' sin su bici. Sin su bicicleta y hasta en entorno de entrevista, Andrey da la impresión de ser un tipo relajado y con buen sentido del humor. Es como el "compita" de uno. El que se ríe de cualquier tontera mientras lo golpea a uno al pecho con el revés de la mano. No ha perdido ni su acento pese a vivir en España desde el 2008, ni su humor a lo tico. Decía riéndose que "ojalá alguien llegue al aeropuerto a recibirlo" cuando de antemano una muchedumbre lo esperaban en las afueras del aeropuerto Juan Santamaría para darle el recibimento merecido de un legionario del deporte y todo un orgullo tico.
Por sus logros deportivos, Amador fue designado en un inicio como mariscal del Festival de la Luz 2015 por el Concejo de San José el 26 de noviembre, algo que Andrey aceptó con agrado y orgullo. Sin embargo, una pugna política entre la Alcaldesa Sandra García y el Concejo dejaron entrever la molestia de García, pues ella iba a anunciarlo en una fecha posterior y pensaba incluir a otra persona como mariscal. El ciclista se molestó, criticó la improvisación de la decisión y afirmó tajantemente que no iría y que vería el Festival por tele. "Yo creo que las cosas hay dos maneras de hacerlas, bien o mal. Yo tengo una programación y en esa incertidumbre se ve la falta de profesionalismo y la verdad no me quiero referir más al tema", afirmó en ese momento.
Sus seguidores en redes sociales no lo abandonaron y le dieron la razón tras el desagradable episodio. Un atleta que ha llevado la bandera tica en sus espaldas en cuatro Giros de Italia, dos Tours de Francia y dos Vueltas a España merece respeto como el mejor exponente del ciclismo tico.
Igual esto no hará mella en Andrey. Seguirá pedaleando pues en realidad no deja de pedalear nunca. Su temporada de ciclismo dura prácticamente todo el año, entre competencias y entrenamientos regulares. " En un año puedo recorrer entre 25.000 a 30.00 kilómetros", afirmó desde Barcelona.
Lo que es cierto es que esta capacidad atlética y concentración no llega de la noche a la mañana. Andrey se ha preparado desde que tenía 13 años y soñaba con correr el Tour para aguantar la presión de mantenerse entre los 10 mejores de un Giro.
Uno se pregunta si ese nivel de determinación puede volverse tan pesado que le den ganas de tirar la bici por el balcón. Andrey reconoce que sí, que hay momentos de frustración donde sucede: cuando las cosas no salen bien, cuando ocurre una caída y se tiene que recuperar de las lesiones y cuando simplemente el cuerpo no le responde como él le comanda.
Por fortuna para el tico, su pareja Laura Segú es su principal apoyo en su aventura del ciclismo profesional. Segú es su compañera, su masajista, su colega ciclista cuando salen a entrenar, y hasta su cómplice de fiesta cuando salen a despejar la mente luego de jornadas pesadas. Andrey ha aprendido que el descanso es igual de importante tras el esfuerzo extraordinario que realiza cuando compite en el nivel más alto del ciclismo mundial. Es lo que lo mantiene balanceado.
El 2016 será un año interesante para este ciclista. Ha demostrado su talento y habilidad. Ahora irá por más.
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