Hasta el minuto 79, el arquero nigeriano Vincent Enyeama se contaba entre los porterazos de Brasil 2014. Hasta el minuto 79, el joven astro francés Paul Pogba estaba entre las decepciones del Mundial. Hasta el minuto 79, Nigeria había aguantado todo . Hasta el minuto 79...
Minuto 79: Saque de esquina francés al corazón del área; Enyeama calcula horrible su salida y sobre la pirámide de camisas blancas y verdes apenas alcanza a tocar la bola con la punta de los dedos; Pogba se encuentra el regalo y con su dorada cresta hace añicos todo: la presión en su contra, la seguridad de Enyeama y una portería africana que, hasta el minuto 79, parecía a prueba de todo.
Francia con justicia está hoy entre los ocho mejores de la Copa del Mundo (junto con Costa Rica, valga la mención). Sin embargo, nadie puede negar que le costó y tampoco se le puede restar méritos a una Nigeria que se partió el alma en defensa e incluso hizo temer tiempos extra. Claro, hasta el minuto 79.
Taco a taco. El choque de octavos de final en el Nacional Mané Garrincha, de Brasilia, no podía medir a dos equipos más distintos. Por un lado una Francia “sorpresa”, que pasó caminando por la fase de grupos y con hambre de volver a vestirse de campeón. En el otro extremo los nigerianos, responsables del que bien podrá ser recordado como el partido más aburrido del torneo (aquel infumable 0-0 con Irán) y que en los siguientes choques alzaron vuelo apenas lo suficiente, lo necesario.
Sin embargo, ayer la superioridad gala se quedó en el papel por buen rato y más bien fueron los verdes quienes más y mejor llegaron al inicio del primer tiempo. Emenike le heló la sangre a los europeos al 18’, cuando batió al portero Lloris. Sin embargo, su gol fue anulado por el árbitro estadounidense Mark Geiger, tras sancionar un ajustado fuera de juego.
El susto despertó a la selección francesa y a partir de ahí la acción se desarrolló en el área de Vincent Enyeama. Y, para frustración de los artilleros azules, el meta nigeriano llegó endemoniado.
Enyeama fue grande y le robó goles cantados a Pogba y Benzema. La suerte también fue suya y un balazo de Cabaye imposible de atajar se estrelló en el tubo.
Nigeria aguantaba y Francia no encontraba cómo librarse del portero rival... hasta el minuto 79.
A partir de ahí todo quedó escrito y el 2-0 resultó inevitable: un toquecito de Griezzmann (el mejor cambio francés) fue desviado en meta propia por el veterano capitán nigeriano Yoseph Yobo, al 90’.
El guante de Enyeama, la cresta de Pogba y el bendito (maldito) 79.