Aquello fue un revuelo en la época. Nada tan impactante como la Costa Rica de Jorge Luis Pinto desparramando gigantes en Brasil 2014, pero sí una grata sorpresa que cargó de fantasías y promesas a los aficionados al fútbol ticos.
El 18 de junio del 2001, la Sele Sub-20 debutó en el Mundial de la categoría de manera inmejorable: ¡Hincó a la poderosa Holanda del maestro Louis van Gaal!
3-1 en Salta, Argentina. Así se leyó el resultado labrado con los goles de Wiston Parks, por partida doble, y Cristian Montero (eso fue antes de que se hiciera famoso el Lula).
Aunque no haya sido a nivel mayor, la historia dicta que es el único emparejamiento entre una selección tricolor y una naranja. También recuerda que fue un gustazo para los ticos.
Al combinado costarricense nadie lo conocía afuera de nuestras fronteras. No tenían por qué si esos muchachos de Carlos Watson apenas empezaban a despuntar en la liga local.
En cambio, los tulipanes ya eran seguidos de cerca por los visores de los mejores clubes del mundo. Hablamos de futuras estrellas del balompié europeo como el ahora temible Arjen Robben, el goleador Klaas-Jan Huntelaar y el creativo Rafael van der Vaart. Los tres tuvieron su aventura por el Real Madrid.
Pero el resultado no reflejaría los millones de diferencia de valor entre nóminas. Solo ese 3-1 a favor de Costa Rica.
Lección al maestro. "¡Toda una lección!". Así tituló La Nación el 19 de junio de 2001.
"Fue una lección de orden dictada por un desconocido Carlos Watson, quien al final subió a la tribuna y le dictó cátedra al maestro Louis van Gaal", comentaria Rodrigo Calvo, el cronista enviado por el periódico a la cita mundialista.
No era para menos. Van Gaal ya se había labrado nombre internacional. En el 2001, su portafolio ya cargaba con tres títulos de la Eredivisie, con el Ajax, y dos de la Liga Española, con el Barcelona.
Los elogios no se hicieron esperar:
"La selección de Costa Rica dio una pequeña lección de juego y buen hacer a la de Holanda, que naufragó estrepitosamente en su primer partido mundialista", destacó la agencia EFE.
"Deslumbró la maestría de Winston Parks, quien marcó dos bellos goles... La superioridad de Costa Rica era evidente para arrancar a toda marcha el Mundial", comentó la AFP.
Sí. Los medios internacionales destacaron la superioridad táctica de Costa Rica sobre el equipo de un hombre conocido precisamente por su capacidad estratégica, el mismo Van Gaal contra el que Costa Rica se juega la vida hoy.
La diferencia entre aquella Sub-20 y la mayor de Pinto es que la del 2001 no pasó del batacazo. Derrotó a Holanda, Etiopía y Ecuador para pasar con puntuación perfecta en un grupo que pintaba difícil, pero cayó en los octavos ante República Checa. De hecho, la Naranja terminó yendo más lejos, pues entró a los cuartos de final después de avanzar como uno de los mejores terceros de la fase de grupos.
Aunque sí hay una gran similitud: nadie conocía ni esperaba nada de Costa Rica, pero se dio la sorpresa.