Costa Rica se despidió del Mundial de Rusia 2018 apenas en su segundo partido. La resistencia de la Nacional ante Brasil duró 90 minutos, pero la Canarinha golpeó en el tiempo de reposición y con esto se ratificó que no hay una evolución con respecto a lo mostrado en la Copa del Mundo del 2014, según el técnico Marvin Solano.
El entrenador explica las razones de una derrota que considera merecida ante los brasileños. Si bien es cierto, recalca una mejora en la entrega (se recorrieron cinco kilómetros más que el rival) y una buena presión para asfixiar al jugador que tenía la pelota, destaca que una vez más se quedó en deuda en ofensiva.
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Solano hace énfasis en las falencias para realizar las transiciones en ofensiva, la falta de acompañamiento a Marco Ureña y critica los cambios. A su parecer las variantes no fueron acertadas y se tuvo rigidez para intentar algo más o al menos alejar a Brasil del arco propio.
Periodista en la sección de Deportes de La Nación. Bachiller en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas. Escribe sobre el Cartaginés.
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