Opinión: ¡Por favor, hágase a un ladito, don Rónald!

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Rónald González proclama que la valoración de la gira ha sido muy positiva y que le ha dejado una buena impresión. Cuatro partidos jugados, cuatro derrotas. Un rendimiento del 0%, con 11 goles en contra, y 3 a favor. Y aun así, González se declara más que satisfecho con su trabajo. Añade, además, que todo esto es apenas un proceso para ir a Qatar, y que es preferible jugar contra equipos de primera línea que golear a cuadros de poco calado.

Primero: tal cual está jugando, la Selección no sería capaz de golear a nadie en ningún rincón del mundo.

Segundo, ¿desde cuándo Corea del Sur, Japón, México y Colombia son “equipos de primera línea”? ¡Son equipitos de “media tabla”, que siempre caen en octavos de final o pellizcan cada muerte de obispo un cuarto de final, esos que con frecuencia no pasan de la primera ronda, y muchas veces ni siquiera clasifican para los mundiales! ¿En cuántas de estas justas ha participado Japón? Y sin embargo nos goleó 3-0. Colombia ha llegado una vez a cuartos de final, y México lo ha logrado en dos ocasiones (y la primera, en 1970, no cuenta, toda vez que no había octavos de final: por superada la fase de grupos se alcanzaba directamente los cuartos).

Y son estos equipos segundones, anodinos, regularcitos, los que nos han estado impartiendo cátedra de fútbol. ¿A quién pretende engañar González? De primera línea son Francia, Alemania, Brasil, Argentina, Uruguay, España, Inglaterra, Italia. Hemos estado cayendo ante cuadros de poca monta, de categoría B.

Lo mismo tuvimos que oírle a Óscar Ramírez en todo amistoso que perdía: “Lo importante es Rusia”. ¡No: todo partido es importante, desde el momento en que un jugador se pone el uniforme de la selección se acabó el concepto de “amistoso”: la lucha debe ser siempre a muerte! ¡Es una cuestión de honor deportivo: hay que jugar todo partido como si de una final mundialista se tratase!

Lo único decente que González podría hacer es redactarle una carta al país: “Queridos costarricenses: ofrezco disculpas por mi total incapacidad e ineficiencia al frente de la Selección. Depongo mis armas, y le cedo el timón a alguien más apto que yo para tan delicada faena. Gracias por su apoyo, y una vez más, perdón”. Cualquier otra cosa es inaceptable.