Celso Borges no padece una mala racha desde hace 10 años. Basta con mirar la estadística para confirmar que saltó de una temporada a otra sin acumular espacios prolongados de tiempo en el banquillo. Ningún técnico lo ignoró. Tampoco Gustavo Matosas.
En todo una década no hubo una sola campaña en la que jugara menos de 20 partidos entre el calendario de su club y la Selección, un escenario antagónico del que sufren la mayoría de seleccionados. Christian Gamboa, por ejemplo, no consigue ser titular en el Celtic, ni Bryan Ruiz, relegado por Jorge Sampaoli en el Santos.
El dato adquiere un valor adicional cuando Matosas anuncia su nueva convocatoria e incluye al volante entre los elegidos para afrontar los amistosos ante Guatemala y Jamaica. Es el cuarto proceso consecutivo en el que Borges participa, con alta repercusión la mayoría de veces.
Con cuatro mundiales sobre la espalda, dos mayores y dos menores, Borges vuelve a la Mayor a sus 30 años, después de brincar al Göztepe SK de Turquía, en donde juega casi siempre.
Cuando la premisa del timonel charrúa es renovar, nace la pregunta: ¿Cuánta cuerda más le queda a Borges para asumir un puesto que, hasta el día de hoy, parece tener amarrado, sin grandes contratiempos para ser titular, pese a venir de más a menos en sus recorridos?
“Celso está en una etapa en la que el jugador se conoce muy bien el juego. Él será un transmisor de toda esa idea que tiene el entrenador. Será un buen momento para que Matosas pueda encontrarle una posición ideal", explicó Eduardo Méndez, exasistente técnico de la Mayor, durante la gestión de Alexandre Guimaraes en el banco.
Con la explosión prematura de Allan Cruz, de un ida y vuelta natural, el volante podría tomar un respiro y liberarse de pisar el área con tanta frecuencia como lo hacía antes, para dedicarse a las labores de distribución, cuando todavía hay pocas piezas consolidadas en la creación.
Méndez no considera descabellado que Borges ejerza algunas funciones que en el pasado recayeron en Bryan Ruiz o el propio Christian Bolaños. Es cierto que no corre como antes, pero podría medir sus movimientos y sumarse al ataque en algunos instantes.
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“Tiene la capacidad para seguir sorprendiendo en los movimientos ofensivos, con menos frecuencia y más sorpresa”, agregó Méndez.
Con la edad idónea para afrontar un proceso completo, el estratega Jhonny Chaves cree que Celso podría evolucionar y convertirse en el volante recuperador de la Selección.
Insiste en que el fútbol actual no le exige al contención abrirse por los costados, sino cortar los pases filtrados hacia los atacantes y servir como un pulmón para darle salida limpia al equipo.
A diferencia de otros procesos, el mediocampista podría ceder sus proyecciones hacia el ataque a otro futbolista (por ejemplo, Cruz), para resguardar el centro del campo y brindar equilibrio.
"No se necesita que sea un Yeltsin Tejeda. Es un jugador más posicional, que pueda aprovechar su inteligencia táctica", afirma Chaves.
Cuando Bryan Ruiz empieza a dar señales de agotamiento y el medio campo busca otros revulsivos, Borges se muestra como un salvavidas de experiencia para Matosas.