Pudo ser más grave. Está claro. Pudo ser un grupo con Alemania, España y Nigeria, de esos hechos a la medida de tres goleadas inmisericordes para una Sele como la de noviembre pasado.
Aunque el Mundial no se juega en este año sino en julio e independientemente de cuánto mejore Costa Rica —confiamos en que lo haga— el sorteo pudo jugar una mala pasada. Incluso un grupo con Argentina, España y Japón habría sembrado más pesimismo en la afición costarricense.
La Sele tuvo suerte, una engañosa suerte. En un grupo en el que Brasil debería sumar tres victorias y tomar ritmo para las siguientes etapas, Suiza, Costa Rica y Serbia parecen capaces de cualquier cosa entre ellos.
Sin un solo país europeo de primera línea, de esos que intimidan con solo el nombre, la Sele podría pensar que se sacó la lotería. ¡Cuidado!: Suiza solo perdió un juego en la eliminatoria y fue capaz de ganarle a la Portugal de Cristiano Ronaldo, sin mencionar su octavo puesto en el ranquin mundial —a veces tan útil como una hielera en en el Polo Norte—.
Serbia, en teoría el más débil del grupo, también jugó una envidiable eliminatoria y amenaza a Costa Rica con su estatura promedio, como el equipo más alto del Mundial (1,85 m). Se necesita más que un Kendall Waston para vencer a tres gigantes que sobrepasan el 1,90 m. En la posición 37 del ranquin, Serbia era la selección mejor valorada del bombo 4, del que siempre se espera un equipo débil.
¿Sigue pensando que Costa Rica tuvo suerte en el sorteo?
El bombo 1 no fue muy benévolo al asignar el segundo mejor ranqueado (Brasil), el bombo 2 hizo el favorcito enviando a otros grupos a España, Inglaterra y la misma Colombia, pero el bombo 4 cobró la factura con el mejor que tenía a la mano.Así, Costa Rica puede soñar con el segundo lugar, si logra una increíble mejoría, o quedar tristemente confinada al último renglón.
Si la Sele se engaña sola, su suerte está echada.