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Los Ángeles
Como si de un guión de Hollywood se tratara, Kobe Bryant firmó una última gesta con 60 puntos en la noche de su adiós definitivo, una despedida majestuosa que puso el broche de oro a una carrera deslumbrante.
Bryant necesitó de 50 disparos, una marca personal, en 42 minutos sobre la cancha en el triunfo 101 a 96 sobre el Jazz de Utah el miércoles, para alcanzar una cifra que le permitió derribar otro récord, convertirse en el jugador de mayor edad (37 años) en convertir más de 50 puntos en un juego.
Incluso, fue su máximo puntaje desde que logró 61 ante Nueva York en 2009 y su quinto mejor choque en cuanto a anotaciones en sus 20 años como profesional en la NBA, algo con lo que ni la misma Mamba Negra soñaba en su último acto.
“Solo traté de jugar duro y montar un show en la medida de lo posible. Me alegro de haberlo podido hacer por última vez, aunque es difícil de creer que haya pasado así. Fue increíble”, comentó el número 24.
Kobe tuvo la ayuda de sus compañeros, quienes conspiraron para lograr una última explosión ofensiva del tercer mejor anotador en la historia.
Pese a esto el alero no escondió que la hubiera gustado un final diferente, con su sexto campeonato y no firmando una temporada con solo 17 ganes y 65 derrotas: “El final perfecto hubiera sido ganar el campeonato”.
Sin embargo, el 13 de abril del 2016 no se le borrará de la memoria jamás a Bryant, quien se marchó con cinco anillos de campeón y 18 Juegos de Estrellas con los Lakers, quienes le rindieron tributo antes y después del encuentro ante el Jazz con una serie de homenajes dignos de su legado.
Kobe es apenas el quinto jugador de la NBA en disputar 20 temporadas y el primero en hacerlo con un solo equipo.
La estrella no se olvidó de sus fanáticos y expresó su agradecimiento por el apoyo recibido.
“Creo que la parte más importante es que estuvimos juntos de principio a fin. Siempre estarán en mi corazón y sinceramente lo aprecio. Gracias de corazón. Los quiero”, indicó.
El 24 de los angelinos también tuvo un momento divertido al final de su partido de despedida al señalar que “lo que me hizo gracia durante toda la noche fue que, después de pasar 20 años con todo el mundo pidiéndome que le pasara la pelota, ahora me decían ¡no la pases!” , dijo con una sonrisa.
“¡La mamba se va!”, fueron las últimas palabras de un emocionado Bryant a toda su afición.
