Correr más que el rival fue una de las grandes virtudes de Costa Rica en Brasil 2014; ni los uruguayos con su garra, tampoco los italianos y mucho menos los ingleses, los griegos o los holandeses pudieron vencer a la Selección en distancia recorrida. Sin embargo, en el debut en Rusia 2018 Serbia también triunfó en este aspecto.
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La Tricolor fue superada en ese rubro por primera vez en sus últimos seis partidos mundialistas y lo pagó con una pérdida dolorosa. Los serbios finalizaron el cotejo con 109 kilómetros, mientras que el combinado hizo 107 km, apenas dos de diferencia dirían algunos, aunque en el fútbol cada milímetro marca diferencia.
Si no se tiene más posesión y tampoco se da un esfuerzo superior al del oponente por cubrir terreno, las cuentas no salen y aunque no hay garantía de victoria al liderar en estos apartados, sí se está más cerca de salir con los tres puntos. Así lo señala el técnico Marvin Solano.
“Claro que este tipo de distancias marcan diferencia, porque no son dos kilómetros de trote, son de intensidad, de llegar más rápido al balón, de ganar en los piques, llegar a las coberturas más rápido y también ser más rápido en las transiciones defensa-ataque y ataque-defensa”, manifestó Solano.
Hace cuatro años la Nacional le sacó cinco kilómetros de ventaja a Uruguay, tres a Italia, dos a Inglaterra, uno a Grecia y siete a Holanda, estos últimos dos con tiempos extras incluidos. VEA: Infográfico.
A nivel individual también se dieron diferencias entre quienes fueron estelares en Brasil y repiten ahora. Celso Borges se desplazó 1,2 km menos de lo que promediaba, Giancarlo González 1,7 km menos y Bryan Ruiz 300 metros menos.
Por su parte, Óscar Duarte cubrió 2,8 kilómetros más y Cristian Gamboa 800 m adicionales a la media que presentaron en suelo brasileño.
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“Tengo que reconocer que después del minuto 70 estaba un poco desgastado de piernas por la situación de que estuve con bastante terapia por la espalda y no pude hacer el trabajo para estar al 100% en la parte física óptima para jugar los 90 minutos”, manifestó Bryan Ruiz al finalizar el duelo con los serbios.
Estar en óptimas condiciones físicas resulta clave en competiciones tan exigentes como el Mundial. De cara al choque frente a Neymar y compañía, en el que la Nacional se juega la vida y requiere al menos un empate para seguir con vida, será crucial cerrar espacios y aprovechar cada contragolpe, por lo que el combinado patrio necesitará cubrir más distancia.
Lograr esto le permitiría a la Sele estar más cerca de objetivo. En caso de perder de nuevo, todo se pone cuesta arriba ante un equipo de tanto calibre.
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“Si se corre, se pelea y se lucha cada centímetro, más que el rival tiene una gran oportunidad de equilibrar el juego. Este indicador señala que hay un déficit y en algo estamos perdiendo”, agregó Solano.
Recobrar las fortalezas de hace cuatro años es una de las labores de Óscar Ramírez y su cuerpo técnico, aunque para hacerlos solo restan cuatro días.
Infografía La Nación.