Óscar Ramírez reconoció que debía arriesgar ante Trinidad y Tobago, tomó la decisión de jugar con un solo recuperador, no dos como suele usar, colocó tres volantes de corte 100% ofensivo y un centro delantero. Sin embargo, esa apuesta es un arma de doble filo.
Si bien es cierto la Tricolor sacó los tres puntos, sufrió para hacerlo ante la urgencia de ganar. La variante táctica al pasar del 1-5-4-1 tradicional, al 1-5-1-3-1 implicó dejar más espacios libres en la medular, recargarle a Celso Borges toda la labor de contención y exigirle sacrificio a Bryan Ruiz, Joel Campbell y Johan Venegas para acuerpar.
De arranque se cumplió en ataque, pero con el pasar de los minutos Borges se vio muy solo, tuvo que hacer recorridos largos, no pudo tapar las líneas de pase ni proteger a los centrales. A esto se sumó que los volantes no aportaron el recorrido necesario, lo que obligó a Johnny Acosta a quebrar constantemente la línea, ir a la medular a presionar y dejar descubierta su zona.
“Utilizar un solo recuperador depende del rival, del deseo de arriesgar y del funcionamiento del resto del equipo. Ante Trinidad ni Johan ni Joel tuvieron el recorrido para ir al ataque y regresar. Celso se vio muy solo, quedaron muchos espacios y la zaga se vio descubierta”, dijo Marvin Solano.
El movimiento desequilibró a la Sele e hizo que Keylor Navas se convirtiera en figura para evitar más goles.
Para Rodrigo Cordero, exseleccionado, es clave que quien se desempeña solo en el puesto tenga desplazamientos cortos y lo respalden.
“Lo que debe tener quien juega solo es mucha comunicación, concentración, acomodar a quienes están a sus costados y no correr a más de 10 metros a su alrededor, para no desgastarse”, afirmó.
El Macho únicamente recurrió a este planteamiento en cinco de sus 28 partidos al mando del combinado patrio. Ante Haití (1-0), Jamaica (3-0) y Trinidad (2-1) en eliminatoria sacó el triunfo. Mientras que frente a Venezuela (2-1), en duelo amistoso también se impuso, pero contra Estados Unidos cayó 4-0 en la Copa América Centenario.
El precedente hace que los técnicos piensen que no es prudente apostar a un único contención ante rivales de más peso, por el contrario, se debe apelar a lo que le ha funcionado a Ramírez .
“Puede utilizarse, lo que pasa es que el riesgo es bastante por la calidad del rival. Lo que se debe ajustar es qué hacer con el balón y sin él, para que el hombre de menos en recuperación sea suplido bien y el que se gana en ataque sea efectivo”, agregó Javier Delgado.
Johnny Chaves piensa igual a Delgado y va más allá al señalar que el recurrir solo a Celso no solo genera problemas en defensiva, sino que se pierde el aporte del volante en ataque.
Sin embargo, el estratega no culpa a Borges, por el contrario responsabiliza a todos los que deben dar una mano y armar el bloque para no verse superados con tanta facilidad.
“Es muy riesgoso utilizar solo a Celso Borges, ya que no maneja tan bien el centro del para evitar que le filtren balones a los centrales y se pierde el juego ofensivo y la sorpresa que él aporta. Además, si los volantes no tienen buen regreso Celso queda muy aislado, al salir desprotege centro y obliga a los centrales a quebrar”, señaló Johnny Chaves.