Vajont, Italia, (AFP). El lituano Ramunas Navardauskas (del equipo Garmin) ganó en solitario la etapa número 11 del Giro de Italia de ciclismo, este miércoles, en una jornada de transición en la que el italiano Vincenzo Nibali (Astana) conservó sin problemas su liderato en la general.
En la línea de meta, Navardauskas superó en más de un minuto al italiano Daniel Oss (segundo), al que dejó atrás a cinco kilómetros para el final, mientras que el tercer puesto del día fue para el italiano Stefano Pirazzi, que entró a más de dos minutos y medio.
El pelotón de favoritos llegó con un retraso de casi seis minutos (5:41), con respecto al triunfador de la etapa. En él estaba Nibali, pero también nombres destacados de esta edición, como el británico Bradley Wiggins, el australiano Cadel Evans o el colombiano Rigoberto Urán, éste último ganador el martes de la décima etapa.
En la clasificación general, Nibali mantiene su ventaja de 41 segundos ante Evans y de 2:04 por encima de Urán.
Tras un inicio de carrera muy rápido (53,5 km en la primera hora), se produjo una escapada de veinte corredores (Navardauskas, Bonnafond, J. Rodríguez, Pirazzi, Martens, Oss, Sarmiento, Duque, Martínez, Le Bon, Gusev, Cobo, Pauwels, Keukeleire, Popovych, Puccio, Gretsch, Petrov, Veuchelen, Di Luca), a partir del kilómetro 71.
El alemán Patrick Gretsch se puso en cabeza en el descenso del primer puerto del día, a unos cincuenta kilómetros para el final, pero fue pronto alcanzado y superado por Navardauskas y Oss, quienes se habían lanzado en su busca cerca de los veinte kilómetros para el final.
En la subida hacia Vajont, puerto de segunda categoría, el lituano dejó atrás al italiano y se adjudicó, con autoridad y en solitario, su primer triunfo de etapa en el Giro.
El pasado año, el lituano, de 25 años, llegó a lucir durante dos días la maglia rosa de líder del Giro, después de la contrarreloj por equipos.
Vajont está ligado a la historia de las catástrofes de Italia, como una de las más mortíferas. Tras un deslizamiento de tierra, una ola gigante arrasó varios pueblos hace cincuenta años y provocó la muerte de 1.910 personas, entre ellos numerosos niños.
Mañana jueves, los especialistas en las llegada al esprín tienen un día teóricamente favorable, con una etapa 12 corta (134 kilómetros), en la planicie del Véneto, de Longarone a Treviso, donde la meta fue fijada tras una línea recta de 400 metros.