En diálogo, que duró hora y media, con el centenar de periodistas asistentes al local de la Federación Peruana de Futbol, Maturana agradeció a Perú "por darme la posibilidad que me brinda de retomar el sueño de volver a un campeonato mundial".
Rodeado por dirigentes de la FPF y la Comisión de Selecciones, Maturana informó que el nacional Teddy Cardama -actual responsable de la selección Sub-23- será uno de sus asistentes de campo. "Habrá un segundo, pero aún no está decidido quién será", indicó.
Confirmó que el uruguayo Alejandro Riccino será el preparador físico.
Maturana ratificó ayer un contrato por dos años con Perú y no se anunció aún lo que hará de inmediato.
Con un estilo cauto, el colombiano evitó los temas de confrontación y tras insistir varias veces en que se tomará el tiempo suficiente para elaborar un plan de trabajo, dijo que "si no estuviera convencido que Perú va a clasificar al mundial del 2002, no estaría acá".
De su reciente rompimiento con la federación de Costa Rica, Pacho Maturana subrayó ser lo suficientemente mayor "para saber lo que hago, y lo que yo sé es que la semana pasada (los dirigentes de ese país) me entregaron una carta aceptando la renuncia que plantee".
"Lo demás es cosa de abogados", dijo escuetamente, para luego calificar de "tonterías que no merecen comentarse", lo dicho por dirigentes costarricenses de que él habría amenazado con enviar a San José "alguien que puede hacerles problemas".
Maturana hizo algunas precisiones sobre su estilo de trabajo.
Dijo, por ejemplo, que para integrar la selección inca, "voy a considerar a todo peruano de cualquier situación".
También afirmó que "no me interesan los nombres ni el tamaño de los jugadores, sino que estén en buen rendimiento".