Dispuesto a tentar el triunfo, ese amigo de antaño que lo gambeteó en su reciente proceso al frente de la Selección de Ecuador, el nuevo entrenador costarricense de futbol, el colombiano Francisco Pacho Maturana, declaró ayer que su nueva era en el ámbito centroamericano no le resta prestigio y más bien le brinda la opción de revivir las victorias del pasado.
Aunque aceptó que se enteró por la prensa que hubo un arreglo económico entre su manejador, José Castaño, y la Fedefut, el suramericano declaró a La Nación desde Medellín, que es prematuro hablar de una contratación. El aspecto deportivo, dijo, aún no se habló con la dirigencia tica, algo que sucederá a inicios de la próxima semana cuando arribe a San José.
El odontólogo, dos veces casado y padre de 4 hijos, se declaró enamorado del futbol bien jugado, una pasión que trasladó a la cancha y al banquillo, en 34 de sus 49 años. Sin embargo, puntualizó que su filosofía puede ser compatible con Costa Rica.
-Don Francisco, ¿por qué aceptó la opción de Costa Rica?
-Es una elección voluntaria. Nace de las perspectivas de éxito, que es lo que a mí me ilumina. Tengo la suficiente experiencia y madurez, para escoger lo que es mejor para mí. Si yo viera una incompatibilidad de criterios, una filosofía diferente o un estilo que chocara con el mío, no lo hubiera hecho.
-¿Cómo le gustaría que fuera su proceso en Costa Rica?
-No quiero profundizar sobre mi ida allá, la próxima semana. No me parece elegante hablar de algo que me enteré por la prensa. No he tenido contacto con ningún directivo de Costa Rica. Es evidente que ha habido un arreglo, pero lo mínimo que puedo esperar es saber cuáles son sus planes, objetivos propósitos y los medios que voy a encontrar para hacer esos propósitos.
-¿Cómo define al futbol costarricense?
-Pienso que, dentro del área, es un fútbol "con buena nota"...
-¿Un balompié con abolengo?
-Sí, sí... Fue a un Mundial y, en los años 50, vinieron acá jugadores de Costa Rica. Históricamente, tuvieron buenos jugadores y seguirá teniéndolos.
-¿Para llegar a un acuerdo, fue clave el aspecto económico?
-Económicamente, yo tenía otras opciones que triplicaban lo de acá, pero sabía que lo máximo que podía conseguir en el equipo donde iba (en España) era un cuarto o quinto lugar para la Copa UEFA, que eso para mí no es ganar.
"Por fortuna, ese aspecto (el dinero) ya lo tengo altamente superado. Lo que necesito es una nutrición espiritual a nivel personal: alcanzar logros con ustedes".
-¿Qué piensa sobre el asistente nacional o colombiano?
El tema no le gustó y solo se limitó a decir: "No me gusta hablar de eso". Ayer, por Radio Caracol, de Colombia, Maturana dejó entrever que este punto no es definitivo y que lo negociará con los federativos, la próxima semana.
"Mis éxitos"
-Recuerda Tel Aviv y Buenos Aires, donde Colombia obtuvo el boleto a sus dos Mundiales (0 a 0 con Israel, para 1990, y el histórico 5-0 a Argentina, camino a 1994), que a Costa Rica le gustaría revivir como en Italia 90...
-A mí también. Colombia fue un paso que me enorgullece, porque estuve en dos eliminatorias y clasifiqué en las dos. Fui a dos mundiales, en uno me fue relativamente bien (Italia 90) y en el otro decididamente mal (EE.UU. 94). Estuve en tres Copas Américas: en una no pasamos la primera ronda (1993) y en las otras quedamos de terceros (1987 y 1995), una en forma invicta.
"A nivel de equipos, dirigí cuatro equipos: en uno me fue mal, que fue el último, en Millonarios; en Caldas, me fue bien; en América de Cali me muy bien y quedé campeón de Colombia (1992); y en Nacional de Medellín me fue extremadamente bien y quedamos campeones de América (1989).
"Así que, mi bagaje en el futbol colombiano, tiene momentos importantes que yo quiero reeditar con Costa Rica".
-¿Qué representa dirigir en Concacaf?
-Esta opción se me da en mi mejor momento. Las experiencias que he tenido, ver un Mundial desde otro sitio (comentarista de radio) y conversar con gente de alto nivel en el futbol, me permiten un grado de madurez que se me antoja interesante para volver al sendero del éxito. Las posibilidades de triunfar en Centroamérica son más claras que las que hay en Suramérica.
-¿Cuáles son los objetivos que maneja al venir a Costa Rica?
-Bueno, eso es lo que quiero saber. Yo siempre quiero ganar todo lo que aparezca por allí. Pero quiero saber cuáles son los compromisos que tiene y a qué le está apuntando Costa Rica. Por eso es que todavía no estamos en el sitio adecuado, porque, insisto, no he podido conversar con ellos (los dirigentes).
-Costa Rica se está convirtiendo en el "Uruguay" de Centroamérica, con la exportación de jugadores. ¿Eso puede ser un problema a la hora de conformar una selección?
-Pues, hombre, sí y no. No, porque se supone que si salen de Costa Rica es porque van a un medio más calificado, que les permitirá crecer personalmente. Sí, porque no vas a tener a los jugadores en una selección constante. Pero eso es una condición ineludible para los países que exportan jugadores.
-¿Qué le enseñó dirigir en Colombia, España y Ecuador?
-Por lo menos reconocer el futbol bueno y después crecer como gente, porque, indudablemente, este es un microlaboratorio de la vida.
-A usted se le identificó con la línea de Menotti, Valdano y Sacchi, de un futbol ordenado y táctico, pero también creativo. ¿Ese será el estilo que usted buscará en Costa Rica?
-Es muy prematuro hablar de eso. Lo cierto es que Maturana tiene una identidad y va a tratar de moldearla a la identidad adonde voy a ir.
-¿Cómo será su trato con la prensa?
-Eso lo vamos a organizar. Usted es un profesional, como lo soy yo, y tiene que hacer su trabajo. Yo debo hacer el mío. Trataremos de que no haya ningún tipo de interferencia, dentro del mayor respeto que de mi parte van a recibir.
-¿Cuándo llega a Costa Rica, don Francisco?
-El lunes... Todavía no está confirmado. Pero eso fue lo que me dijeron...
La charla no prosiguió. Maturana estuvo enredado en los últimos días, por un problema familiar (la enfermedad de un ahijado), que le impidió anteayer seguir el curso de las negociaciones con la Fedefut. Costa Rica está ahora en su agenda, para revivir el prestigio que Colombia le dio con creces. El tiempo dirá...